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Política

Mazón pacta su dimisión con Feijóo a cambio de que le suceda su 'número dos' en el partido

La apuesta por Juanfran Pérez Llorca, secretario general, tiene que ser respaldada por Vox en las Cortes valencianas

Mazón pacta su dimisión con Feijóo a cambio de que le suceda su ‘número dos’ en el partido

El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. | Manuel Bruque (EFE)

El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, anunciará este lunes su dimisión al frente de la comunidad autónoma un año después de la dana, según adelantan fuentes del Partido Popular en la Comunidad Valenciana (PPCV) a THE OBJECTIVE. Finalmente, ha aceptado la salida que se le pedía desde la dirección nacional del partido en los últimos días. A cambio, ha pactado con Alberto Núñez Feijóo que le suceda al frente del Ejecutivo valenciano Juanfran Pérez Llorca, el secretario general del PPCV, en vez de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.

Todo eso ha sido fruto de las conversaciones telefónicas mantenidas este domingo entre Mazón y Feijóo. El presidente valenciano ha estado buena parte del día reunido con la emisaria de Génova y persona suya de confianza, la secretaria general del grupo parlamentario popular, Macarena Montesinos, en Alicante.

La candidatura de Pérez Llorca tendrá que ser respaldada por Vox en las Cortes valencianas para que salga adelante. La formación de Santiago Abascal empezó como socio de gobierno del PP valenciano, pero en junio del año pasado abandonó el Ejecutivo, por lo que los populares tendrán que pactar con Vox la investidura de Pérez Llorca, pero en principio existe predisposición de los de Abascal a respaldar la votación en el parlamento autonómico.

De lograrse la investidura de Pérez Llorca, el PP sortearía las elecciones anticipadas en la Comunidad Valenciana, que en Génova no se deseaba en estos momentos a tenor de los sondeos electorales recientes que arrojan un fuerte desgaste de la marca PP en favor de Vox. Además, Mazón seguirá como diputado autonómico en lo que queda de legislatura y, por tanto, con el aforamiento ante la causa judicial de la dana. Esta medida es muy similar a la adoptada por el expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, cuando dimitió de todos sus cargos en 2011, pero mantuvo el acta parlamentaria.

El pacto entre Feijóo y Mazón es seguir con Pérez Llorca de presidente autonómico hasta los comicios de mayo de 2027. Antes de ello, se celebrará el congreso regional del PPCV, previsiblemente en la primavera de 2026, en el que se permitirá libertad para elaborar candidaturas, tal y como ha exigido el propio Camps en los últimos meses. A ese cónclave se da por segura la candidatura también del líder provincial del PP de Valencia y presidente de la Diputación, Vicent Mompó, que contaría también de entrada con el apoyo de los otros miembros del llamado G-4 (los dirigentes provinciales en Alicante y Castellón más el secretario general del PP valenciano, Pérez Llorca). Con esta iniciativa, serían los afiliados los que tendrían la última palabra para elegir al líder del partido en la región, quien se convertiría de facto en el cabeza de cartel para las próximas autonómicas de 2027.

La debilitada posición de Mazón al frente de la Generalitat valenciana tras la gestión de la dana y los abucheos recibidos en el homenaje a las víctimas de la pasada semana ha abierto en las últimas 48 horas una pugna encarnizada entre las distintas familias del PPCV, mientras Génova observaba con creciente inquietud cómo la unidad de la que presumía hace apenas un año se resquebrajaba a pasos agigantados.

El entorno de Mazón trasladó durante el fin de semana que el mando del botón rojo para convocar elecciones lo tenía únicamente él, un mensaje con el que pretendía recordar que, pese a su desgaste, aún conservaba la llave del calendario político valenciano y que cualquier decisión sobre su futuro debía contar con su aprobación.

En este contexto cobró especial relevancia el movimiento del pasado viernes del bloque de poder territorial, integrado por los presidentes provinciales de ValenciaAlicanteCastellón (Vicent Mompó, Toni Pérez y Marta Barrachina), junto al citado secretario general Juanfran Pérez Llorca, que se activó el viernes para cerrar filas y frenar el ascenso de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.

El grupo pactó una estrategia común para bloquear la candidatura de Catalá, impulsada ante Feijóo por Esteban González Pons y el expresidente valenciano Alberto Fabra. Ambos la veían como un perfil con proyección nacional, pero su intento de tutelar el relevo reavivó las tensiones internas.

Según fuentes populares, el G-4 comunicó a Génova su oposición frontal a que Catalá lidere el PPCV, advirtiendo de que su imposición «rompería la unidad territorial» y generaría un conflicto abierto con Vox, socio imprescindible del PP en la Generalitat y cuya posición es determinante. El partido de Abascal rechaza tajantemente cualquier apoyo a Catalá por dos motivos: por un lado, su política municipal en Valencia, considerada «más próxima a la izquierda que al ideario conservador», y por otro, el papel de González Pons como su principal valedor, una figura que en Vox genera un rechazo profundo.

Así que frente a la opción de Catalá, ganó fuerza el nombramiento de Pérez Llorca como presidente interino del PP valenciano y aspirante de consenso a la Generalitat, al menos hasta 2027. El movimiento, respaldado por Mompó y los tres presidentes provinciales, permitiría mantener la estabilidad del Gobierno autonómico y evitar un adelanto electoral que podría poner en riesgo el control del Palau de la Generalitat.


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