Rebelión interna en Junts para echar a Jordi Turull, recuperar a Giró y volver al «pactismo»
El mundo municipal de Junts mueve ficha para recuperar el terreno perdido antes de las elecciones en el Parlament

Jaume Giró cuando era diputado en el Parlament. | Europa Press
Ruido de sables en Junts per Catalunya. Los herederos de Convergència se están organizando para dar «un golpe de timón» a la dirección. Fuentes del partido consultadas por THE OBJECTIVE explican que hay un «clamor general» entre sus alcaldes y el mundo municipal para que Jordi Turull deje de ser su secretario general. Abogan por recuperar a figuras como Jaume Giró, que dejó su acta de diputado por no compartir la estrategia de Carles Puigdemont de romper los puentes tanto con el PSC en Cataluña como con el PSOE en Madrid. De momento, una sección municipal de Junts ya ha invitado a Giró a exponer su hoja de ruta «pactista».
La operación no es sencilla, porque nadie quiere desacreditar a Puigdemont o echar un pulso a quien ha sido su mayor activo político de la última década. Y tampoco se ha debatido en las reuniones de los grupos de cuadros, añaden otras fuentes de Junts. Pero estos cargos municipales denuncian que Turull imposibilita abrir un nuevo ciclo dentro de la formación. Si bien el actual secretario general siempre se ha abierto a negociar con Madrid, le consideran la «correa de transmisión de Puigdemont», ya que acata todas sus decisiones maximalistas. Y creen que esto sitúa al partido en el inmovilismo: «Junts está esperando las elecciones en el Parlament sin hacer nada, esto es firmar nuestra sentencia de muerte».
Estos cargos de Junts llevan tiempo inquietos por las decisiones políticas de su presidente. Una comitiva de ediles se reunió hace unos días con Puigdemont en Bélgica para transmitirle la necesidad de dejar en segundo plano el tema de la amnistía y la independencia y «centrarse en el día a día». Ahora dan un paso más y han contactado con Giró para conocer de primera mano su proyecto o idea de Cataluña. «En general, hay mucha unanimidad. Con algunas excepciones de gente que aún es turullista, hay un clamor general para mover el timón y pactar con quien sea. Y si hay cambios en la dirección, Giró puede volver».
Encuentro con Giró
En medio de esta coyuntura de rebelión interna, Giró reapareció en público este jueves en una conferencia en Argentona, invitado por la sección local de Junts. El exdirectivo de Caixabank se ha reactivado para mantener encuentros con personas de influencia y cargos del partido descontentos con la dirección. Lo ha hecho apenas dos meses tras dejar el acta de diputado en el Parlament y después de que Puigdemont haya consumado la ruptura con el PSOE.
Los alcaldes de Junts sienten de cerca la presión de Aliança Catalana —que atrae a muchos de sus votantes— pero, a diferencia de lo que se ha publicado, no quieren romper los puentes ni con Madrid ni con la Generalitat de Salvador Illa. Todo lo contrario. Piden hacer «política útil» y negociar con todos los niveles administrativos para poder disponer de las herramientas necesarias para combatir el «discurso fácil» y el «populismo» de Aliança Catalana. En este planteamiento tienen un aliado que, si bien no tiene peso orgánico en el partido, es un rostro conocido en Cataluña y un hombre de éxito: Jaume Giró.
«Política útil»
En su conferencia en Argentona —un pueblo de la provincia de Barcelona en el que la extinta CiU había ostentado tradicionalmente el poder hasta la llegada del procés—, Giró reivindicó la política posibilista y la gestión: «Si nos interesa la política, si nos dedicamos a la política, solo hay de verdad una manera, un solo instrumento, solo una herramienta útil: ocupar todos los espacios de poder que democráticamente se puedan y dedicarnos a la gestión».
Sin citarla explícitamente, Giró hizo muchas referencias a Aliança Catalana cuando pidió «huir de la retórica vacía». «Es un error coger los argumentos y los modelos de liderazgo incendiarios que se están abriendo paso a nuestro lado», añadió en referencia velada al partido de Sílvia Orriols. Para Giró, los votantes «siempre preferirán el original a la copia».
Estos cargos de Junts comparten el diagnóstico de Giró: «Aliança tiene razón en algunas cosas, pero en radicales nunca podremos competir con ellos». Además, sostienen que siempre habrá una mayoría parlamentaria que «bloqueará» que los de Orriols puedan acceder al Govern. Por esta razón, consideran que su valor añadido respecto a Aliança es la capacidad de pactar: «Hay que volver al pactismo, a poder pactar a lado y lado y estar en todas las instituciones».
El alcalde de Sant Cugat del Vallés (Barcelona) —Josep María Vallès, Junts— abanderó un ejemplo de esta reivindicación de la política pragmática el pasado 24 de octubre en el artículo Herramientas y soluciones frente a la inacción publicado por La Vanguardia. En su texto exponía como éxito de la negociación que su municipio tuviera desde este año más partidos judiciales para combatir la multirreincidencia. Y abogaba por mantener los puentes con los distintos niveles administrativos.
El «techo electoral» de Puigdemont
Como informó THE OBJECTIVE, tras las elecciones autonómicas del 12 de mayo de 2024 Junts evidenció que Puigdemont tenía su «techo electoral». Y que, pese a obtener un buen resultado, no era «suficiente» para frenar a Salvador Illa. A esto se ha sumado su imposibilidad de acudir a los plenos —ya que no se le ha aplicado la amnistía—, que hace que el partido pierda foco y no pueda contar con un líder de la oposición. De hecho, los debates más mediáticos son los que se producen entre Illa y Sílvia Orriols.
Los posconvergentes se hallan estancados en una renovación que nunca acaba de llegar. Aunque ninguna de las corrientes internas pusieron en cuestión que Puigdemont era su mayor activo para el 12-M, ahora esta rebelión de alcaldes y cargos municipales empuja para abordar el debate. Y es que tanto Junts como ERC siguen apostando por los mismos liderazgos que en 2017 —Puigdemont y Junqueras— sin que el contexto sea el mismo.
En paralelo, Junts quiere rentabilizar políticamente el distanciamiento que ha habido entre Illa y la patronal catalana. Foment del Treball y empresarios de la pequeña y mediana empresa se opusieron a la reducción de la jornada laboral del Gobierno. Foment también ha criticado las políticas izquierdistas que el Govern pacta con ERC y los comunes, como subir impuestos a los propietarios y el decreto de vivienda que regula los alquileres de temporada. Por todo ello, estos sectores, con la ayuda de Giró, buscan dar el golpe de timón definitivo con nuevos rostros y perfiles que tengan «credibilidad».
