El Ministerio de Igualdad se propone erradicar el término 'Charo' para referirse a las feministas
El gabinete de Ana Redondo financia un informe de 30 páginas contra la utilización de un término nacido en Forocoches

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, durante la presentación de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, en el Ministerio de Igualdad, a 3 de diciembre de 2025, en Madrid (España). | EP
El Ministerio de Igualdad que dirige Ana Redondo se ha propuesto erradicar el término «Charo», que se emplea con sorna para referirse a aquellas mujeres feministas que se mantienen solteras tras superar la treintena. Con este fin, el Instituto de las Mujeres ha financiado el informe Análisis del discurso misógino en redes: una aproximación al uso del término «Charo» en la cultura del odio, el primero de este organismo en el marco de una campaña para «identificar las dinámicas de misoginia digital, visibilizar sus mecanismos y avanzar en su prevención y erradicación».
El informe comienza recordando que «Charo» comenzó a popularizarse como «insulto» en el foro digital Forocoches en 2011. En aquel momento, un usuario describía a una «Charo» como «una mujer soltera o divorciada, de más de 30 o 35 años, generalmente sin hijos, siempre amargada y viviendo sola». En otra publicación, se las definía como «funcionarias de la administración -local, comarcal o estatal- y del ámbito educativo, fans de Carmen Machi, Lucía Etxebarria o Maruja Torres y seguidoras de El País y la Cadena SER». Desde entonces, se ha popularizado en redes sociales, dando lugar a distintas derivaciones como «charía», empleada para designar al colectivo de las Charos, «charocracia», que alude al poder ejercido por ellas, o «charear».
Esto preocupa al Ministerio de Igualdad, que concibe el uso del término como «un mecanismo de silenciamiento frente a cualquier expresión femenina de agencia política en el entorno digital», y que «pretende restaurar una masculinidad hegemonía frente a los discursos feministas»: «El término se lanza desde una posición autoatribuida de superioridad dentro del entorno digital con el fin de menospreciar, ridiculizar y satirizar, dando lugar a un estereotipo sexista que construye una figura grotesca».
«De este modo, se desactiva la posibilidad de que las jóvenes identifiquen referentes feministas positivos y se refuerza la idea de que la participación pública de las mujeres con voz propia es objeto de burla y estigmatización», reflexiona el informe del Ministerio de Igualdad, que se encuentra muy preocupado con la pérdida de la hegemonía feminista, hasta el punto de haberse propuesto financiar a influencers para la «despatriarcalización de las redes sociales».
El documento concluye que el uso de «Charo» no constituye humor ni opinión legítima, sino «una forma de violencia simbólica que busca silenciar a las mujeres». Para contrarrestar este fenómeno, el Instituto propone «reforzar la vigilancia en plataformas digitales y promover nuevas masculinidades más respetuosas e igualitarias». Se trata tan sólo del primero de un ramillete de informes que verán la luz en los próximos meses para combatir la manosfera, entendida como aquella «red de blogs, grupos de discusión, plataformas de juego y espacios digitales enfocados principalmente en temas relacionados con la identidad masculina y en la crítica al movimiento feminista».
«Vamos a generar informes con un alto valor pedagógico para que la sociedad pueda comprender la dimensión que tiene la violencia contra las mujeres en Internet y cómo se produce, porque la igualdad también tiene que ser defendida en el espacio digital», ha avanzado Cristina Hernández, directora del Instituto de las Mujeres.
Críticas al informe
La publicación del informe ha sido recibida con una cascada de críticas en redes sociales, en donde cuenta el post del Ministerio de Igualdad ya con más de 200.000 visualizaciones. «Pagado con los impuestos de los que usan el término; economía circular», ha ironizado el usuario Errati. Algunos han comparado este intento de monotorizar las redes con 1984, de George Orwell, y otros han criticado que esto no se haga con otros términos que utilizan algunas feministas como «machirulos» o «señoros».
Aún no se conoce cuánto ha costado, pero muchos han criticado que se destine dinero público a este tipo de informes. «Recaudación récord, 93 subidas de impuestos y autónomos asfixiados para pagar a unas desahogadas que se dedican a perseguirte porque llamas ‘Charo’ a otra desahogada. De señoros y machirulos no hablamos, no es cultura de odio. La motosierra de Milei se está quedando muy corta», ha expresado en X Miss Bennet.
