El Instituto Cervantes trata a Gibraltar como país en su publicidad en redes sociales
El centro de Belo Horizonte, dirigido por un exdiputado de Podemos, equipara al Peñón con Filipinas y Guinea Ecuatorial

Publicación del Cervantes de Belo Horizonte en Instagram sobre Gibraltar.
El Instituto Cervantes en la localidad brasileña de Belo Horizonte tuvo este miércoles una iniciativa sorprendente con Gibraltar: promocionó en sus redes sociales a la colonia británica como uno de los países del mundo en los que se habla castellano aunque no tenga rango oficial como lengua. Un guiño independentista para la Roca que ha provocado malestar entre diplomáticos españoles, pues este organismo cultural está adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores, según constató THE OBJECTIVE en fuentes del departamento de José Manuel Albares.
«Existen países donde el español es ampliamente hablado, pero no tiene estatus oficial. Son lugares donde la historia, las fronteras y los intercambios culturales han creado comunidades hispanohablantes que sobreviven sin reconocimiento formal», recuerda al inicio la sede cultural en su cuenta de Instagram bajo el siguiente eslogan: «El mapa que confunde todo el mundo. Países que hablan español, pero no tienen la lengua como oficial». ¿Y cuál es el primer país que el Cervantes de Belo Horizonte pone de ejemplo? Pues nada más y nada menos, que el Peñón: «Gibraltar utiliza el inglés oficialmente, pero el español está en todas partes», destaca sobre la colonia británica, junto a una foto de la conocida silueta de la Roca que cualquier persona puede contemplar desde el lado español de la bahía de Algeciras.
Otros ejemplos de este singular grupo de países son Guinea Ecuatorial, donde el castellano convive con el francés, el portugués y lenguas locales «que forman un mosaico lingüístico único», y Filipinas, el archipiélago asiático que «también carga con cicatrices profundas del español, no como idioma oficial, sino con raíces históricas».
El Cervantes de Belo Horizonte es el único de los centros culturales de Brasil que ha subido a sus redes esta comparación tan llamativa. Desde febrero de 2023 está dirigido por Eduardo Maura, exdiputado de Podemos por el País Vasco y conocido hasta entonces por haber formado parte de la corriente de Íñigo Errejón, que entre 2016 y 2017 intentó desbancar a Pablo Iglesias. En la primera campaña electoral de Podemos, Maura sostuvo que el cupo vasco era «muy eficiente y mutuamente beneficioso», ya que había funcionado con «beneficio para todas las partes». Tras la sorpresa por su nombramiento dentro del Cervantes, los morados le vincularon con Sumar y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Maura llegó al Congreso de los Diputados gracias a la corriente errejonista. Estudió Filosofía y formó parte del grupo de dirigentes afines a Errejón, quien le utilizó para acercarse al mundo de la cultura. En la Cámara Baja se convirtió en el referente del partido en temas culturales y tuvo «mucha implicación» en la redacción del Estatuto del Artista, recordaron otras fuentes del partido a THE OBJECTIVE hace casi tres años cuando se supo de su nuevo puesto oficial en tierras brasileñas.
Su desembarco en el Congreso en la XI y XII legislaturas fue como diputado por Vizcaya. Además, ejercía cargos en la fundación de Podemos y como responsable del Área de Cultura. Durante su actividad política, por ejemplo, pidió a la ejecutiva nacional más autonomía para la sección vasca. En un primer momento, dio la impresión de que el entonces secretario de Organización, Sergio Pascual, iba a dar el visto bueno a la iniciativa, pero su sucesor, Pablo Echenique, frenó la operación.
En 2019, en pleno cisma interno, Maura atacó duramente a Juan Carlos Monedero después de que este reprochara a Errejón la creación de Más Madrid. «Si todo tiene que arder, por favor que arda con Monedero. Solo le pido eso a estos días marcianos», señaló en su cuenta de Twitter. Antes de ello, Monedero había escrito: «No sé si le compensará a Errejón que en el momento en que debiéramos estar defendiendo a los trabajadores y trabajadoras haya roto tanta alegría. Ningún interés personal debiera primar». De ahí que su nombramiento, ejecutado directamente por el Gobierno de coalición del que formaba Podemos, generó mucha sorpresa entre los dirigentes y cuadros del partido de Irene Montero.
Su primera «metedura de pata»
Maura es tataranieto de Antonio Maura, cinco veces presidente del Consejo de Ministros, entre 1903 y 1922. Antiguos compañeros de su partido cuestionaron su nombramiento en el Cervantes de Belo Horizonte y se declararon sorprendidos por semejante premio. Algunos le calificaron directamente de miembro de la «elite» política del País Vasco: «Llevan 200 años de cuadros de mando del Estado español en reinos, repúblicas o dictaduras», dijo un dirigente de él.
Otros lamentaron su elección, que relacionaron más con su estirpe familiar y los contactos políticos que con una preparación objetiva para el cargo de director del Cervantes en Belo Horizonte: «Para esos puestos se requieren muchas cosas: experiencia en gestión cultural, el idioma del lugar, etc.», dijo otro dirigente morado. Incluso en la propia Universidad Complutense, donde había empezado a dar clases de Estética tras un máster en Arte Contemporáneo en Barcelona, llamó la atención su nombramiento. Tres años después, se conoce su primera «metedura de pata» en la ciudad brasileña, subraya una fuente diplomática.
El nuevo estatus del Peñón como país se publicitó este miércoles, casi al mismo tiempo que el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ingresaba de urgencia en un hospital español para operarse de un desprendimiento de retina en su ojo derecho. Una intervención quirúrgica que se hizo este jueves en Jerez de la Frontera (Cádiz) y que le tendrá 15 días en el dique seco. «Al menos, Picardo no va a ver por ahora lo del Cervantes», se consoló otro diplomático español con una pizca de ironía ante la llamativa coincidencia.
