Yolanda Díaz encarga una macroencuesta secreta para definir su futuro político
El estudio calcula provincia por provincia los apoyos reales de la vicepresidenta bajo la actual marca de Sumar

Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados. | EP
Yolanda Díaz, con el grupo de dirigentes y estrategas de Sumar que trabaja para la vicepresidenta segunda del Gobierno, ha encargado a principios de diciembre una macroencuesta nacional a una importante y reconocida empresa demoscópica para conocer sus verdaderas perspectivas electorales y, a partir de ahí, definir su estrategia. Según explican fuentes conocedoras de la misma, esta dibuja un escenario complicado para Sumar, con posibilidad de sacar escaños empleando la misma marca conocida hasta ahora tan solo en un puñado de provincias. En la coalición se difunde la sospecha de que no todos los socios estén al tanto del encargo de la encuesta y apuntan a una iniciativa «personal» de la vicepresidenta para conocer la situación real de la coalición a través de un estudio pormenorizado en todo el territorio nacional.
Los datos son confidenciales, pero las fuentes consultadas en Sumar explican a THE OBJECTIVE que el estudio se hizo a principios de diciembre, poco antes de las últimas detenciones por corrupción de Leire Díez y otras figuras relevantes, como el expresidente de la SEPI nombrado por María Jesús Montero. Todo apunta a que la encuesta fue anterior a la petición por parte de Yolanda Díaz de una remodelación profunda del Ejecutivo formulada el 12 de diciembre y que acabó en una polémica entre la vicepresidenta y Sánchez. Es decir, Díaz endureció su discurso nada más tener sobre su mesa un estudio detallado y pormenorizado de sus perspectivas electorales reales.
El resultado de la encuesta indica, según fuentes conocedoras del mismo que prefieren por razones de confidencialidad no transmitir los datos por provincias (el estudio es tan detallado que aborda cada segmento nacional), que, de presentarse hoy la marca de Sumar a las generales, obtendría un resultado muy inferior al de hace dos años. Las pérdidas se registrarían en todas las comunidades autónomas, incluso en algunos feudos de Sumar en 2023.
Malas previsiones
Aun así, algunos datos trascienden en los sectores aliados de Sumar. Por ejemplo, la encuesta revelaría una pérdida de dos diputados en Cataluña, con posibilidad de sacar representantes tan solo en Barcelona (cuatro) y Gerona (uno). En Cataluña es tal vez donde la alianza cae menos, en comparación con las demás comunidades autónomas. La mala noticia para Sumar es que uno de sus diputados perdidos se lo llevaría Podemos.
En Barcelona y Madrid la coalición aguantaría, y podría sacar algunos escaños más en el País Vasco, Andalucía y Valencia. Las fuentes conocedoras de esta encuesta se limitan, sin embargo, a comentar que «las cosas van mal», en referencia a los apoyos que el estudio proyecta para Sumar. Asimismo, subrayan que haya sido la propia Díaz la que ha encargado la encuesta en aras de perfilar su estrategia particular en el caso de nuevos choques con sus socios.
Queda la sospecha en el amplio segmento de Sumar de que no se haya avisado de antemano a todos los socios del estudio encargado por el cuartel general de la vicepresidenta. Y que, de alguna forma, ya planee algún tipo de estrategia en solitario. O, por lo menos, que estudie todos los escenarios posibles en el caso de golpes bajos de sus socios.
PSOE y Podemos
En el trasfondo se halla todo tipo de negociación, pacto o acuerdo encubierto con el PSOE. Esto es lo que se debate, más allá de intentar reeditar una alianza lo más parecida a la de 2023, pero sin contar con Podemos. La clave sigue siendo la misma que este diario desveló hace varios meses y que apuntaba a pactos puntuales con el PSOE en determinados territorios, a cambio de un respaldo mediático que solo Sánchez puede otorgar a la dirigente gallega. Y siempre en un contexto de lucha partidista con Podemos, puesto que Díaz es consciente de que otros socios como Más Madrid, Compromís y también Izquierda Unida recelan de la formación de Irene Montero y Ione Belarra.
Esos partidos están pidiendo a Díaz, tal y como publicó este diario, un cambio de nombre para intentar ofrecer algo parecido a un restyling a la coalición. Se pasaría de Sumar a otra nomenclatura (Izquierda Unida insiste en la idea del «frente amplio» que se empleó en América Latina recientemente y que Juan Carlos Monedero propuso en su día), aunque el sondeo encargado a principios de diciembre por la vicepresidenta sigue preguntando por el nombre actual.
El estudio contempla una lucha en la izquierda con los morados, que según la previsión demoscópica presentarían candidaturas propias, sin Izquierda Unida u otros socios de Sumar. Es plausible pensar, por otro lado, que Díaz lanzara su ofensiva de la remodelación del Gobierno poco después de tener sobre la mesa un estudio demoscópico que aclarara las posibilidades reales de obtener representantes hoy. Y después de ver, provincia por provincia, la situación crítica de la marca que lanzó hace tan solo dos años.
