Investigan a un empresario por el secuestro de un bróker al que exigía la inversión que perdió
La víctima fue retenida en Barcelona durante más de 48 horas. Durante ese tiempo sufrió amenazas y torturas a punta de pistola
Un empresario mira el exterior desde su oficina. | Pixaby
Dinero, secuestro y violencia. La historia tiene todos los ingredientes de un guion de cine. El problema para su protagonista es que sucedió en la vida real. El bróker, que prefiere mantener el anonimato, fue retenido durante 48 horas por un conocido empresario que perdió 150.000 euros en una inversión. Contactó con el experto económico para recuperar el dinero con la excusa de hacer una nueva operación millonaria. Y ahí empezó su pesadilla. El Juzgado de Instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat (Barcelona) ya investiga el caso.
Los hechos sucedieron entre el 6 y el 9 de octubre del año pasado, pero el bróker denunció el secuestro unos días más tarde, tras volver a Madrid y tomar conciencia de lo que le había pasado. «Quien nos pone en contacto es un compañero de mi empresa. El empresario estaba interesado en invertir un millón de euros y quería verme en persona para que le explicara los detalles», explica la víctima, de 43 años.
Acudió en tren hasta Barcelona, donde le esperaba el empresario. La cita se produjo en una cafetería de San Just Desvern, un municipio a escasos kilómetros del centro de la Ciudad Condal. Una vez despejadas las dudas, el supuesto inversor le animó a ir a contar el dinero a su oficina, situada en un parque empresarial de la periferia barcelonesa. «Llevaba mascarilla y gorra. Me extrañó mucho que por la calle siempre caminara a unos metros de distancia de mí», cuenta el bróker.
Historia de un secuestro
Subieron a pie por las escaleras del edificio. Cuando llegan a la planta, desierta, comienza a sospechar. El empresario le cede el paso para entrar en la oficina y, cuando lo hace, la puerta se cierra violentamente. No están solos. Dos encapuchados, uno de ellos con pistola, le derriban, amordazan y trasladan en coche a otro inmueble, donde comienzan las amenazas y las torturas. Uno de ellos le apuntaba con el revólver mientras el empresario le decía que lleva seis meses buscándole y que tenía que devolverle su dinero.
«La voz me resultaba familiar. Entonces caí en que era un conocido empresario con el que había hablado tiempo atrás por una inversión. Me acusaba de que le había hecho perder mucho dinero, pero yo solo era un agente comercial, el verdadero bróker era otro», afirma la víctima. No le sirvió de nada. Le golpean, le torturan psicológicamente y le amenazan. «Me ponen un cortapuros en un dedo de la mano derecha y aprietan como si me lo fuesen a cortar, pero no lo hacen».
Estremece su relato. Está inmovilizado con bridas en tobillos y brazos. Sus captores le apuntan con una pistola y el empresario le exige que le devuelva el dinero mientras le da patadas en la cabeza. Le llevan al baño, le tapan con mantas mojadas para impedirle respirar y siguen golpeándole. El bróker está tan desesperado que pide que le maten. Los responsables de su secuestro incluso debaten en su presencia la forma de asesinarle y cómo van a deshacerse del cadáver.
«Me dejan hacer una llamada a mi madre. Creía que era una despedida», admite la víctima. Reconoce que tuvo mucho miedo al principio, pero que conforme iban pasando las horas supo que la intención no era matarle, sino asustarle para que devolviera el dinero. Le roban el móvil y hacen pantallazos a conversaciones privadas para usarlas en su contra. Su posición es firme: no disponía de esos 150.000 euros.
Parte de lesiones
La operación salió mal y el fundador de diversas webs de cupones de descuento, con juicios pendientes por impago y una estancia de dos años en la cárcel por un delito de estrupo, se decide a recuperar su inversión a través de un método mafioso. Para eso contrata a dos personas. «Eran albanokosovares. Uno venía de fuera de España, pero el otro vivía en la periferia de Barcelona porque un día me trajo un plátano de su casa. No eran los típicos matones, uno incluso era bajito», rememora el bróker.
El parte de lesiones incluido en el sumario, un documento de más de 800 páginas al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, revela que fue atendido en el Hospital Universitario de La Princesa con policontusiones. El médico que lo trata precisa que sufre «hematomas en ambos ojos orbitarios, herida en la primera falange con signos de hemostasia y hematoma en la pierna izquierda». Para entonces, ya se había sacudido el miedo. No todos los días se está más de 48 horas secuestrado.
«Todo estaba muy bien estudiado», revela Alfredo Arrien, abogado en Paredes & Asociados y letrado del bróker. El experto penalista sostiene que solo lo tienen retenido ese tiempo porque a partir del tercer día de secuestro el delito se agrava y la pena se duplica: «Eran profesionales». Solo le dejaron en libertad cuando accedió a hacer una transferencia al empresario por 50.000 euros, la cantidad que tenía ahorrada la víctima. El juzgado mantiene paralizada la operación.
Lo abandonaron maniatado en el centro de Barcelona, con la ropa destrozada, herido y manchado de sangre. Según consta en el sumario, una pareja le ayuda a volver a Madrid dándole dinero para el tren. Le dicen que donde le han dejado vive el futbolista Gerard Piqué y que existen cámaras de videovigilancia. El bróker toma un AVE a Madrid, se ducha y duerme unas horas. Al despertar se da cuenta de la gravedad de lo sucedido y acude a la policía.
Arrien sostiene que la pesadilla se alargó, ya que semanas después del secuestro fueron a casa de la madre del bróker. «No le hicieron nada, no le amenazaron. Era una forma de decirle a mi cliente que tenía localizada a su familia y que podía hacerle daño». El abogado revela que pedirá 25 años de prisión para el empresario por delitos de secuestro, extorsión, lesiones, amenazas y revelación de secretos.
