El rapero Delarue, absuelto de un delito de tráfico de drogas: «Tu música no vale 10 euros»
El cantante madrileño usó su experiencia con la policía para componer su último tema, ‘Generación Maldita’, que estrenó en enero
El rapero Delarue en su último videoclip.
«Los ojos abiertos por si acaso sale humo de mi boca, mientras veo a la Picasso / se respira calma, pero son recuerdos falsos / la capi nunca duerme, y te castiga sin descanso». El último tema del rapero Delarue, Generación Maldita, estrenado el pasado 13 de enero, no es una canción más. Relata el drama que ha sufrido después de que unos agentes de la Policía Nacional le sorprendieran llevando cannabis en 2019 y le acusaran de traficar con drogas.
El cantante ha sido absuelto de un delito contra la salud pública porque la acusación no ha podido probar los hechos, aunque los agentes actuaron justo en el instante en el que otro chico intentaba darle dinero. Delarue alegó que discutían de temas musicales y que con el billete lo que le estaba señalando es que su música «no vale 10 euros». «Lo hizo en tono de sorna», aclara Alfredo Arrien, abogado en Paredes & Asociados y pieza básica en la defensa del rapero.
Delarue es el nombre artístico de William A. R., un joven nacido en el madrileño barrio de Lavapiés y criado en San Blas, lugares a los que promociona en sus canciones. Comenzó a cantar en la adolescencia por diversión, hasta que vio que podía ganar dinero con la música. Unos años más tarde, su videoclip Nuestros modos supera los 16 millones de reproducciones en YouTube. En aquel tema colaboró con Morad, que vuelve a acompañarle en su último tema.
La música de Delarue
Generación Maldita cuenta alguna de las peripecias que le han acontecido en los últimos tiempos. Especialmente, la que comenzó sobre las 20.30 horas del 29 de marzo de 2019, cuando Delarue se encontraba en compañía de un amigo en un portal de su barrio. Dos agentes de policía le cachearon e intervinieron dos sustancias con un total de 20,65 gramos. Resultó ser resina de cannabis. Una cantidad que, según los parámetros legales, estaría dentro del autoconsumo.
La teoría de los agentes es que el acusado iba a traficar con la sustancia incautada. Durante el juicio, afirmaron que Delarue se encontraba en el interior de un portal en compañía de un amigo «con una sustancia en la mano». La otra persona portaba un billete de 10 euros y ambos parecían discutir. A continuación, el policía se incautó de la sustancia, pero en el juicio afirmó que no recordaba con precisión si la droga estaba junta o dividida.
El rapero reconoció que poseía droga, pero aseguró que su intención no era venderla. Tampoco ha quedado acreditado porque, según la sentencia, no se ha practicado «prueba de cargo concluyente». El fallo, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, sostiene que el agente «no observó el pase, la transacción de droga por dinero; no ha depuesto el supuesto comprador; no se ha especificado si estaba en envoltorios aptos para la venta ni si llevaba utensilio que hiciera prever que la sustancia era para traficar».
Delarue defendió desde el principio que el cannabis era para su propio consumo. Explicó que se trataba de una cantidad elevada porque era para varios días. Además, rechazó que estuviese discutiendo con su amigo por el precio del hachís. El supuesto comprador no llegó a declarar en el juicio, por lo que no se ha podido comprobar la verdadera intención del rapero. Tampoco si discutían por el precio del cannabis o si, por el contrario, hablaban de las canciones del acusado.
Consumo diario
La sentencia indica que el supuesto comprador manifestó a Delarue que su música no valía 10 euros. En ese preciso instante irrumpieron los agentes. Algunos expertos policiales consultados afirman que podría tratarse de un mensaje en clave. El rapero reconoció que consume hachís desde los 14 años. De hecho, se le realizó un análisis de orina y dio positivo en cannabis.
Lo que comenzó de forma esporádica se convirtió pronto en algo habitual. Un año más tarde se convirtió en consumidor diario y, desde los 17, lo hace en solitario. Sin embargo, su uso «no ha generado afectación o consecuencias negativas significativas», según la exploración a la que fue sometido el rapero.
Los policías también le incautaron más de 85 euros en metálico. Delarue afirmó que era parte del jornal que acababa de cobrar tras trabajar en la construcción. Subrayó que había percibido 250 euros como salario y que con ese dinero se fue a Alcorcón a comprar la droga. Adquirió una importante cantidad para consumirla durante varios días, además de pagar el trayecto en transporte público y comida. El dinero que le encontraron los agentes, insistió, era el resto de sus emolumentos.
«Los policías detuvieron a Delarue por sus prejuicios. Afortunadamente ha quedado absuelto», explica Alfredo Arrien, del bufete Paredes & Asociados. El acusado ya lanzó hace varios años Así es mi barrio, un tema en el que exponía el abuso policial, la discriminación racial o el fracaso escolar de su barrio.
Delarue no es el único rapero que ha tenido problemas con la justicia. Su amigo Morad quedó el jueves en libertad tras amenazar de muerte a un agente de la Guardia Urbana de Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Lo mismo que en octubre, cuando causó desórdenes públicos en esa localidad, lo que supuso que una juez le prohibiera la entrada a su barrio de La Florida. Antes ya había sido arrestado por delitos de conducción temeraria, conducir sin carnet y desobediencia a la autoridad.
