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Tribunales

Investigan a un guardia civil por conducir bajo los efectos de la cocaína en acto de servicio

El investigado tuvo que someterse a una prueba tras atropellar a una menor. Achaca el positivo al intercambio de fluidos tras una relación sexual

Investigan a un guardia civil por conducir bajo los efectos de la cocaína en acto de servicio

Un guardia civil habla por teléfono durante un control de tráfico. | Alberto Ortega (Europa Press)

Un atropello sin graves consecuencias puede costarle muy caro a un guardia civil. Está acusado de un presunto delito contra la seguridad vial al conducir bajo los efectos de la cocaína mientras se encontraba en acto de servicio. El agente no reconoce los hechos. Achaca el positivo a que unos días antes había mantenido relaciones sexuales con una persona que consume. La joven arrollada solicita una indemnización en concepto de reparación, aunque el verdadero escollo para el agente será la investigación que, según ha podido conocer THE OBJECTIVE, ha iniciado Asuntos Internos y que puede suponer una retirada temporal de la placa.

Los hechos tuvieron lugar en Madrid el pasado 8 de septiembre a las 11.41 horas. Un coche de camuflaje de la Guardia Civil circulaba por el distrito de Villaverde mientras realizaba una actuación de seguimiento cuando atropelló a una menor de origen rumano en un paso de peatones en la confluencia de las calles Rocafort con Moncada, donde la circulación está limitada a 30 kilómetros por hora.

La víctima, de 15 años, apenas necesitó asistencia sanitaria en el lugar del accidente. Tras cruzar la calzada, de doble sentido y rodeado de edificios y árboles, recibió el impacto de un vehículo, un Toyota Auris en el que iban dos personas, ambas miembros de la Guardia Civil en acto de servicio. Cuando llegaron los agentes municipales, el vehículo implicado ya había sido retirado de la posición del accidente y se encontraba «correctamente estacionado», según consta en el atestado que levantó la Policía Municipal.

Joven atropellada por el guardia civil

Un equipo del Samur asistió a la joven atropellada, que recibió el alta en el mismo lugar del siniestro al no presentar lesiones graves. Los profesionales sanitarios también realizaron las pertinentes pruebas de alcohol y drogas al conductor, un guardia civil de 47 años. El test arrojó un positivo en cocaína, aunque el atestado reconocía que no se apreciaba «ninguna sintomatología al conductor, más allá de los nervios de la situación». El coche tuvo que ser retirado por la copiloto.

La prueba se realizó a través de una muestra de saliva. El agente fue informado del resultado positivo y se le ofreció la posibilidad de realizar una prueba de contraste mediante extracción sanguínea en un centro médico, a lo que se negó. El investigado declaró en los juzgados de Instrucción de Plaza de Castilla el pasado martes. Durante su intervención afirmó no reconocer los hechos que se le imputan, negando haber conducido bajo los efectos de los estupefacientes.

El guardia civil insistió en que no tomó drogas. Cuando la acusación particular, ejercida por el abogado Alfredo Arrien, de Paredes & Asociados, le preguntó cómo se explicaba el positivo por cocaína, señaló que el sábado anterior al atropello había tenido «relación con una persona que sí consume cocaína». Lo atribuyó al «intercambio de fluidos propio de la relación íntima que mantuvo entre el 3 y el 4 de septiembre».

El guardia civil acusado reconoció que el día del accidente comenzó a trabajar a las 8.00 horas y que, hasta el momento del siniestro, había «circulado con normalidad». Este diario ha podido conocer que Asuntos Internos ya ha abierto una investigación para determinar el motivo por el que este agente dio positivo por cocaína. El propio investigado afirmó en su declaración en el juzgado que sabía que se habían abierto actuaciones administrativas pero que todavía no le habían notificado nada.

Transmisión sexual

«Es muy gracioso que un agente alegue que el positivo en cocaína se trasmita por contactos sexuales», afirma Arrien. El abogado de la víctima afirma que pedirá una indemnización por reparación que podría superar los 3.000 euros. La menor cruzaba el paso de peatones encendiéndose un cigarrillo cuando notó un golpe en su pierna izquierda que le provocó caer al suelo. Fue socorrida por el conductor y el copiloto, que la ayudaron a incorporarse y volver a la acera.

Sentía dolor en el antebrazo izquierdo y en la rodilla derecha, por lo que tuvo que ser atendida por los profesionales del Samur. Los sanitarios le dieron el alta en el mismo lugar del siniestro al considerar que no revestía lesiones de gravedad. Sin embargo, la joven tuvo que acudir a un hospital al sentir fuertes dolores en sus extremidades.

El guardia civil acusado se enfrenta a la retirada temporal de su placa. Un militar fue expulsado del Ejército en septiembre tras dar cuatro positivos en drogas en nueve meses. Unos meses antes, un tribunal militar suspendió de empleo y sueldo durante dos años a un guardia civil del puesto de Oropesa (Castellón) que consumía drogas. El sancionado realizaba el servicio bajo el efecto de las mismas y llegó a ausentarse del cuartel para ir a comprar cocaína a la localidad de Almazora vestido de uniforme.

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