Desestiman la demanda de Marruecos contra un periodista español por el caso Pegasus
Ignacio Cembrero declaró en distintos medios de comunicación que había sido vigilado por Rabat. El reino alauí tiene 20 días para recurrir la sentencia
El periodista Ignacio Cembrero en una foto de archivo. | EFE
Ignacio Cembrero le gana la batalla a Marruecos. El Juzgado de Primera Instancia número 72 de Madrid ha desestimado la demanda que interpuso el reino alauí contra el periodista español por afirmar en distintos medios de comunicación que había sido espiado con el sistema Pegasus por Rabat. La juez condena al demandante a pagar las costas, aunque contra la sentencia cabe recurso de apelación en los próximos 20 días.
En un documento de siete páginas al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la juez Sonia Lence Muñoz considera que las diversas manifestaciones realizadas por Cembrero «no autorizan al demandante a ejercitar una acción declarativa negativa porque tales expresiones se vierten ante la difusión de una investigación periodística (…) sobre personas que habían sido objeto de espionaje a través de Pegasus».
Es la cuarta vez que Marruecos se querella contra Cembrero desde 2014. En esta ocasión por una acción meramente declarativa que tiene su origen en la denominada acción de jactancia (relativa al hecho de que una persona se jacte de algo que no es cierto). «Nunca han ganado. Espero que esta sea la última vez que lo hacen y que pueda ejercer libremente el periodismo, sin acoso ni hostigamiento por parte de un país extranjero», afirma el periodista en una conversación telefónica con este diario.
Especializado en Marruecos
Cembrero, especializado en el Magreb, ha trabajado para los diarios más importantes de España. El periodista fue juzgado en enero, después de que Marruecos le denunciara por afirmar que podía haber sido espiado por este país a través de Pegasus, un software que rastreó a políticos y activistas de todo el mundo desde 2016. Entre ellos, varios miembros del Gobierno español.
Este programa informático permite escuchar conversaciones, leer mensajes, acceder al disco duro, hacer capturas de pantalla, revisar el historial de navegación y activar por control remoto la cámara y el micrófono de los dispositivos. El número de teléfono del periodista apareció en la lista de los 50.000 terminales que fueron presuntamente objetivo de Pegasus, un programa de la compañía israelí NSO que utilizan varios Estados para controlar movimientos de distintas personalidades.
Un escenario que ha recalcado la juez, para quien Cembrero acreditó que se habían «publicado mensajes que constaban en su dispositivo móvil». El proceso contra el periodista se inicio en abril del año pasado, cuando Marruecos presentó una demanda civil por sus declaraciones en varios medios de comunicación, donde afirmó haber sido víctima de espionaje y que el autor podría ser el reino alauí.
La demanda de Marruecos solicitaba que Cembrero se retractase de sus afirmaciones a través «del dictado de una sentencia que declare la inexistencia del derecho o estatus que el demandado manifiesta públicamente ostentar, como consecuencia de su supuesta condición de víctima de espionaje» ya que «en realidad no es tal, porque ninguna prueba o evidencia puede haber de ello ya que no es cierto».
Investigación de la Fiscalía
El periodista entregó su móvil ante la Fiscalía a finales de 2021 para facilitar la investigación del presunto espionaje por Marruecos. Cembrero incluso compareció entonces durante una hora y media en la Unidad de Criminalidad Informática de la Fiscalía General del Estado, que derivó el caso a su sección de Madrid.
El Gobierno de Pedro Sánchez evitó pronunciarse porque «respeta la independencia de los procedimientos judiciales». A principios de febrero, la parte socialista del Ejecutivo mantuvo una reunión de alto nivel en Rabat a la que faltó Mohamed VI. Otros partidos del arco parlamentario, desde PP a Bildu, mostraron su preocupación por «el acoso judicial» que viene sufriendo Cembrero desde hace una década.
