El rastreo de móviles cerca al 'dos' del PSOE andaluz por el secuestro de la edil de Maracena
El juez pide al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que impute a Noel López y a otras dos personas como presuntos inductores del rapto
El número dos del PSOE de Andalucía rechaza cualquier tipo de implicación en el secuestro de una edil de Maracena (Granada). Noel López, que fue alcalde de la localidad granadina durante 15 años, tilda las declaraciones de su autor material como «difamaciones» realizadas por una persona «desequilibrada». Sin embargo, el auto aporta «indicios sólidos» para pedir que el dirigente socialista sea investigado como inductor de la detención ilegal. El rastreo de los teléfonos móviles y la grabación de una cámara de seguridad pueden resultar esclarecedores.
«No he coincidido con esa persona, como constata la propia jueza instructora en el auto», afirmó el secretario de Organización del PSOE andaluz el jueves en un comunicado. Sin embargo, la resolución judicial, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, contradice su versión. El juez ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que llame a declarar a López, a la alcaldesa de Maracena, Berta Linares, y a su concejal de Urbanismo, Antonio García Leiva, para determinar si deben ser imputados como posibles «inductores» del secuestro.
El auto revela que los tres dirigentes tuvieron movimientos similares y mantuvieron conversaciones y reuniones. El número dos del PSOE andaluz, la actual regidora de Maracena y su edil de Urbanismo se vieron los días previos y el mismo día del secuestro de Vanessa Romero, que tuvo lugar en febrero. Su autor, por entonces pareja sentimental de la alcaldesa, sigue en prisión provisional sin fianza.
«Darle un susto»
Los cuatro habrían urdido el plan días antes en una taberna, según el testimonio del acusado. El secuestrador detalla las «malas relaciones» que existían entre Linares y su concejal de Agenda 2030, que al parecer tenía en su poder documentos comprometedores sobre un caso de corrupción urbanística que estaba dispuesta a hacer públicos. Según el relato de la persona que detuvo ilegalmente a Romero, el edil de Urbanismo propuso «contratar un par de ucranianos para que le den un susto».
El secretario de Organización del PSOE de Andalucía explicó que no había que llegar tan lejos y pidió al secuestrador que lo hiciera él mismo porque, al estar diagnosticado por un trastorno bipolar, «no le va a pasar nada». En caso de que Romero le denunciara, le pondrían un abogado «y simplemente quedará en un susto». El acusado adquirió entonces una pistola de juguete por Internet, con la que perpetró el secuestro.
El detenido declaró que Linares, que aseguró no haberse visto con su novio el día de los hechos, le dio «una bolsita de cocaína (…) de parte de Noel para que se la tomara y se envalentonara». Además, acusa al número dos del PSOE andaluz de decirle durante la preparación del secuestro que el día anterior a hacerlo «se tomara una dosis superior a la habitual de antidepresivos».
López ha negado «de forma tajante» cualquier relación con los hechos investigados por el Juzgado de Instrucción número 5 de Granada. No obstante, el rastreo de los teléfonos móviles que solicitó el juez le contradicen. Esos datos pueden resultar decisivos. De ellos se desprende que el secretario de Organización de los socialistas andaluces tuvo conocimiento del secuestro el mismo día de los hechos.
Llamadas cruzadas
El auto subraya que la alcaldesa de Maracena, que lo ha negado tajantemente, y su concejal de Urbanismo conocían lo sucedido a las 11.30 horas, poco después de que tuviera lugar el secuestro. Este último intenta hablar con López durante varias ocasiones desde mediodía. El número dos del PSOE andaluz se encontraba en un acto en la provincia de Jaén pero «minutos después se puede comprobar en los repetidores que toma dirección a Granada». En las horas posteriores cruza llamadas con Linares y García Leiva.
«Sobre las 13.30 horas coinciden en la misma dirección de antena de Maracena» Linares, García Leiva y López, especifica el auto. Los tres vuelven a coincidir poco después en otra dirección de la localidad granadina. El número dos del PSOE andaluz llamó a un abogado. Se cruzaron varias llamadas entre ellos. No solo los repetidores de telefonía, también las cámaras desmontan la versión de la alcaldesa. El auto apunta a «un encuentro» con su entonces pareja sentimental junto a La Roulette, un salón de juegos de la localidad.