Villarejo cerró dos empresas en Panamá tras recibir el chivatazo anticipándole su detención
El excomisario desmontó su entramado societario en el extranjero un mes después de recibir el soplo desvelado por THE OBJECTIVE
El comisario jubilado José Manuel Villarejo cerró dos de sus empresas en Panamá durante el año 2016. Ocurrió poco después del chivatazo que le trasladó el fundador de Legálitas, Alfonso Carrascosa. El dueño de esa firma de abogados le comunicó en abril que se había enterado a través de uno de sus abogados en la Audiencia Nacional de que Villarejo estaba «a punto de caer» por su dinero y sus empresas, tal y como ha desvelado este diario en primicia.
Villarejo empezó a desmontar su entramado societario en el país centroamericano poco después. En concreto, y antes de que concluyese ese año, se habría deshecho de al menos dos firmas en el país centroamericano desde las que facturó presuntamente 1,2 millones de euros por elaborar un informe para el abogado en España de la petrolera de Guinea Ecuatorial Gepetrol, según consta en el sumario del caso Tándem. El trabajo, según informes aportados al juzgado, consistía en desacreditar a un presunto blanqueador relacionado con Teodoro Nguema Obiang, el vicepresidente del país africano.
En respuesta a una comisión rogatoria emitida por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, las autoridades panameñas pusieron en conocimiento del juez Diego de Egea que el comisario Villarejo había hecho movimientos y cerrado dos empresas en ese país a finales de 2016. Todavía faltaba un año para que Villarejo fuese detenido por presuntos delito de blanqueo de capitales y organización criminal en el marco del caso Tándem.
Villarejo llegó a contar con 46 sociedades en distintos países y paraísos fiscales con un patrimonio de 14 millones de euros, según informes de inteligencia financiera del Sepblac recabados antes de la apertura de la investigación de la Fiscalía Anticorrupción en la Audiencia Nacional. Fuentes del caso confirman a este diario que los movimientos del comisario para desarmar su estructura empresarial se dispararon en junio de 2016, apenas un mes después del chivatazo de Carrascosa que revelan los nuevos audios publicados por THE OBJECTIVE.
Las empresas de Villarejo en el extranjero
A Villarejo le dio tiempo a desvincularse de dos de sus sociedades en Panamá gracias al aviso que Carrascosa le había transmitido en los nuevos audios revelados el sábado por este diario. Según ese soplo, el comisario iba a caer de forma inminente por sus empresas y negocios en el extranjero. Tras una presunta conversación informal con un juez de refuerzo de la Audiencia Nacional, un abogado de Legálitas había alertado a Carrascosa de la posibilidad de que se estuvieran rastreando las empresas de Villarejo en el extranjero. «Me dijo que es un tema de dinero y empresas, empresas y dinero. Mencionó específicamente las empresas en el extranjero», indicaba Carrascosa durante una reunión con Villarejo.
Las dos sociedades panameñas que Villarejo cerró durante ese mismo año presuntamente formarían parte del entramado societario que el comisario jubilado habría puesto en marcha para repatriar a España su supuesta fortuna oculta en extranjero a través de Panamá, Uruguay, República Dominicana, Reino Unido, Islas Marshall y Estados Unidos, según apuntaba en 2018 la Fiscalía Anticorrupción.
Una de las sociedades panameñas que los investigadores españoles vinculaban a Villarejo desde el inicio de las pesquisas era Stanstead Advisors Corp, tal y como desveló el diario El Independiente y ha podido confirmar este diario. Creada el 7 de febrero de 2012 con un capital social de 10.000 dólares y dedicada a la compra-venta y gestión de activos e inmuebles, esa firma de abogados tenía a su nombre algunas propiedades supuestamente vinculadas al comisario jubilado en las Islas Marshall.
La ‘fortuna’ de Villarejo en Panamá
Cuando España consultó a Panamá información referente a todas las empresas y cuentas bancarias que el comisario o su entorno pudieran tener en ese país, la cantidad encontrada sumaba apenas unos 640.000 euros. Una suma importante pero muy alejada de la millonaria fortuna que Anticorrupción sospechaba que Villarejo guardaba en el extranjero. La Audiencia Nacional también pidió conocer si en dicho país figuraban inscritos a nombre de las personas físicas y jurídicas investigadas aeronaves, embarcaciones o vehículos. No se encontró nada al respecto. Habían pasado 19 meses desde que recibió el chivatazo de que estaba «a punto de caer».
En respuesta a la comisión rogatoria tramitada por España, la Fiscalía Anticorrupción de Panamá envió escritos a 66 bancos del país en febrero de 2018 para tratar de averiguar si Villarejo, su socio, su mujer, su hijo y las empresas que controlaba tenían cuentas abiertas. El objetivo era bloquear todos sus fondos. Las pesquisas alcanzaban también a ‘Francisco Javier Hidalgo’ y ‘José Javier Esteban’, dos de las identidades falsas que el comisario utilizaba en sus operaciones encubiertas.
La Fiscalía Anticorrupción incoó diligencias de investigación sobre el entramado empresarial de Villarejo, oficialmente, en abril de 2017. Es decir, un año después del chivatazo de Carrascosa. Sin embargo, fuentes de la investigación citadas por el diario El País ya decían tener indicios de que el comisario había empezado a extremar sus medidas de seguridad mucho antes. Si lo hizo, no fue por un aviso del CNI o de las llamadas cloacas policiales. Lo que sí recibió, y no se había conocido hasta ahora, es la seria advertencia que su amigo Carrascosa le había hecho el 26 de abril de 2016 gracias a un chivatazo desde la Audiencia Nacional.