La Audiencia Nacional examina una denuncia contra la entrevista de Évole a Josu Ternera
Una asociación de víctimas pide revisar el documental de forma previa por un posible delito de enaltecimiento terrorista
La Fiscalía General del Estado ha trasladado a la fiscalía de la Audiencia Nacional una petición para que examine una entrevista al etarra Josu Ternera. La Asociación Dignidad y Justicia solicitó la semana pasada al Ministerio Público que visualizara el documental No me llame Ternera, donde Jordi Évole charla con el exdirigente de la banda terrorista ETA. La cinta se estrenará en la 71ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se celebra del 22 al 30 de septiembre. A continuación podrá verse en Netflix.
Dignidad y Justicia expresó su rechazo a la proyección porque considera que «blanqueará y dará voz a un terrorista prófugo y condenado por asesinatos muy graves». La asociación que preside Daniel Portero pidió su retirada de la programación del Zinemaldia y solicitó a la Fiscalía que realizara una visualización previa a su emisión pública «para que pueda verificar si en ese reportaje puede cometer un delito de enaltecimiento del terrorismo y/o humillación a las víctimas».
La institución que dirige Álvaro García Ortiz ya ha trasladado esa petición a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, según ha podido saber THE OBJECTIVE. La entrevista a José Antonio Urrutikoetxea, conocido como Josu Ternera, tiene una duración de una hora y cuarenta minutos. Su presencia en el certamen vasco ha generado críticas por dar voz a un dirigente etarra.
La explicación de Évole
Más de 500 ciudadanos, entre ellos personalidades de la universidad, la cultura, la política y los medios de comunicación, pero también víctimas de ETA, han firmado una carta en contra de la proyección. Entre los participantes figuran el filósofo Fernando Savater, los escritores Félix de Azúa, Andrés Trapiello y Fernando Aramburu, y los periodistas Miguel Ángel Idígoras y Santiago González.
Dignidad y Justicia también ha remitido cartas al director del festival y al responsable de Netflix. La plataforma ha emitido un vídeo en el que Évole explica los motivos de la entrevista. «Entró en ETA a los 17 años y leyó el comunicado de disolución en 2018. Han sido más de 50 años de su vida», subraya. El periodista insiste en que realizaron el documental por «responsabilidad con la historia de nuestro país, que está muy marcada por el terrorismo».
«Fue miembro activo de ETA, responsable de forma directa o indirecta de muchos de los atentados de la banda terrorista con resultado de muerte. Se trata de un criminal fugado de la justicia española que no se puede tratar de blanquear ni humanizar», denuncia la Asociación Dignidad y Justicia en el documento que ha enviado a la Fiscalía. Le recuerda que «es un terrorista sanguinario que segó la vida de muchos inocentes y nunca ha mostrado el más mínimo arrepentimiento».
El exjefe de ETA fue detenido en mayo 2019 en Francia, donde se encuentra actualmente bajo libertad vigilada. Está pendiente su posible extradición a España para ser juzgado por varias causas, entre ellas el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987, donde murieron 11 personas, de las que seis era niños. Ternera también estaría presuntamente implicado en el asesinato de un directivo de la empresa Michelín en 1980 y en la financiación ilegal de ETA.
El dolor de las víctimas
«Se trata de un terrorista con un proceso judicial activo y al que la Fiscalía le imputa 11 delitos de asesinato consumado y 88 en grados de tentativa», insiste la Asociación Dignidad y Justicia en su escrito al Ministerio Público, que solicita para Ternera una condena de 2.354 años de prisión. Le pide que verifique si la entrevista no enaltece el terrorismo o humilla a las víctimas porque «por encima de todo está su dolor».
El director del festival, José Luis Rebordinos, asegura que el documental se va a proyectar porque estas polémicas «son artificiales e interesadas». Ha reconocido que no pudo contestar a Dignidad y Justicia porque la misiva se hizo pública antes de que pudiera hacerlo. «Obviamente mi respuesta no les importaba nada», ha lamentado el máximo responsable del Zinemaldia. Eso sí, ha rechazado tajantemente que se blanquee el terrorismo y los asesinatos de ETA: «La película no es eso».