El juez impone a Rubiales una orden de alejamiento y no comunicarse con Hermoso
El magistrado De Jorge prohíbe al expresidente de la RFEF acercarse a menos de 200 metros de la jugadora
Luis Rubiales no podrá acercarse a menos de 200 metros de Jenni Hermoso. El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge también ha impuesto esa prohibición al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). También le impide que se comunique con la jugadora, a la que dio un beso en la boca sin consentimiento en la final del pasado Mundial Femenino celebrado en Australia. Tanto la Fiscalía como la acusación particular habían solicitado medidas cautelares.
En un auto, el magistrado ha rechazado la petición de la Fiscalía de imponer comparecencias periódicas ante el juzgado a Rubiales. Tampoco ha concedido la solicitud de la abogada de la jugadora, que ejerce la acusación particular, de embargar los bienes del querellado de forma prevetiva. El expresidente de la RFEF ha llegado a la Audiencia Nacional con 50 minutos de antelación acompañado de su abogada, Olga Tabeu.
Rubiales ha declarado ante el juez durante más de 40 minutos. Ha respondido tanto a las preguntas de su abogada como a las de la acusación particular, aunque ha negado que cometiese los delitos de agresión sexual y coacciones que le atribuye la Fiscalía. La letrada de la jugadora, Carla Vall, ha explicado a los periodistas que se apostaban a las puertas del juzgado que estaban «muy satisfechos» con la declaración.
Rubiales ante el juez
La Fiscalía había solicitado al juez que Rubiales compareciera en los juzgados cada 15 días y que se le prohibiese acercarse a la jugadora en un radio de 500 metros, además de impedir que se comunique con ella. Hermoso se encuentra en México con su club, el Pachuca Femenil.
«Podemos seguir sosteniendo que fue un beso no consentido, que es lo que se ha dicho desde el primer momento. Gracias a ese vídeo todo el país ha podido observar que no había ningún consentimiento», ha insistido Vall. La abogada de Hermoso asegura que la futbolista se encuentra «afectada por el acto humillante que vivió en el estadio y que ha empañado un hito deportivo».
Hace unos días, el juez también solicitó a diferentes medios de comunicación los vídeos sobre el momento de la presunta agresión a Hermoso y de las celebraciones posteriores. Los delitos que se le imputan a Rubiales están recogidos en los artículos 178 y 172 respectivamente del Código Penal, lo que puede suponer penas de hasta cuatro años de cárcel.
La Fiscalía entiende que el presidente de la RFEF besó a la jugadora si consentimiento «mientras le agarraba la cabeza con las dos manos». Así lo relató la propia Hermoso ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional unos días antes. La jugadora aseguró en sede judicial que el beso se produjo sin consentimiento. Además, se quejó de sufrir «una presión constante y reiterada por parte de Rubiales y el entorno profesional de este para que justificara y aprobara los hechos».
El Ministerio Público considera que la jugadora sufrió «una situación de hostigamiento en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente» que podría ser constitutivo de un delito de coacciones. Hermoso ya apuntó ambas situaciones en un comunicado público difundido días antes. En el texto reconocía haberse sentido «vulnerable» y «víctima de una agresión».