El juez del caso Negreira avisa a Laporta de que no le investiga porque sus delitos han prescrito
El magistrado equipara su conducta a la de Rosell y Bartomeu y le recuerda que también pagó al exdirigente arbitral
El juez del caso Negreira ha dado un tirón de orejas a Joan Laporta. Avisa al actual presidente del FC Barcelona de que, si no está investigado, no es porque no haya cometido presuntamente ningún delito, sino porque estos han prescrito. El magistrado le recuerda que durante su primera etapa al frente del club azulgrana también pagó al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, por lo que equipara su conducta a la de Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, investigados por un delito de cohecho.
«No es admisible éticamente que Laporta acuse a los presidentes Rosell y Bartomeu por el delito de administración desleal, cuando existen indicios más que sobrados de que Laporta cometió los mismos hechos que los presidentes posteriores. Dichos hechos consisten en haber pagado el FC Barcelona abultadas cantidades de dinero a José María Enríquez Negreira», explica el juez en un auto al que ha tendio acceso THE OBJECTIVE.
En el texto, que rechaza que el Barça ejerza la acusación en la causa, el juez Joaquín Aguirre recuerda que durante el primer mandato de Laporta al frente del club (2003-2010) «también se efectuaron pagos a la familia Enríquez a través de las sociedades que estos utilizaban como interpuestas». El club azulgrana pagó 7,5 millones de euros a Negreira y a su hijo por supuestas asesorías técnicas de las que no hay rastro documental alguno. Fue Bartomeu el que, en 2018, decidió poner fin a las retribuciones.
Laporta se salva
El magistrado advierte a Laporta de que no le ha atribuido ningún delito por «la aplicación de las reglas de la prescripción delictiva». El delito de corrupción en el deporte, el primero que se imputó a los investigados, prescribe a los cinco años, mientras que en el de soborno, la nueva vía que ha abierto el juez, la prescripción puede llegar a los 10 años. En cualquier caso, Laporta también quedaría fuera ya que las investigaciones comenzaron en febrero de 2022.
La Fiscalía ya se opuso a investigar al actual presidente azulgrana y a su antecesor Joan Gaspart al considerar que los delitos habían prescrito. Laporta considera que el Barça es una víctima más del caso Negreira. El dirigente ha rechazado en todo momento que su gestión tenga responsabilidad en los hechos y señala a anteriores directivas por las posibles irregularidades que pueda dirimir la justicia. Los pagos a Negreira, según los informes de la Guardia Civil, comenzaron en 2001, dos años antes de su llegada al club.
El pasado abril, el actual presidente azulgrana ofreció una rueda de prensa en la que denunció «linchamiento mediático» y arremetió contra el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y el Real Madrid porque hay esferas de poder que no soportan «el catalanismo abierto al mundo» del Barça. Además, negó que el club hubiera pretendido un trato de favor arbitral: «No hemos comprado árbitros. Es una hipótesis falsa».
Para demostrarlo pidió al Compliance Officer del club, Sergi Atienza, que mostrara cuatro cajas que contenían 629 informes y 43 CDs realizados por Javier Enríquez, hijo del exdirigente arbitral, que era «el principal prestador de los servicios». No hubo rastro de informes del padre, ni de la primera etapa presidencial de Laporta (2003-2010) porque «los informes caducan y se destruyen». El juez ha solicitado esos informes para avanzar en la investigación.
«Corrupción sistemática»
Aguirre también ha ordenado a diversas entidades bancarias que entreguen todos los movimientos de cuentas corrientes de Negreira y sus empresas desde 2001. Sospecha que el Barça pretendió amañar partidos a su favor con los pagos al ex número dos de los árbitros españoles y cree que existió una «corrupción sistémica» en el arbitraje.
Los expresidentes Rosell y Bartomeu, junto a los exdirectivos azulgrana Óscar Grau y Albert Soler, están acusados de delitos de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, delito continuado de administración desleal y falsedad en documento mercantil. El juez atribuye a Laporta una conducta «idéntica». De hecho, la auditora KPMG alertó en octubre de 2010 al Barça de que este, que acaba de dejar el cargo, había disparado los pagos a una empresa de Negreira en un 102%.
Otro de los investigados en la causa es Enríquez Negreira, que este martes ha acudido a las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Cataluña para someterse a un examen forense. El informe debe acreditar si padece síntomas de demencia, como ha alegado su defensa, y si a sus 78 años está capacitado para afrontar el proceso judicial.