La ley de amnistía podría desactivar por completo la causa de 'Tsuanmi Democratic'
La norma especifica que en los actos con resultado de muerte debe haber «dolo» para ser imputables
La ley de amnistía incluye un epígrafe que podría desactivar por completo la causa ‘Tsunami Democratic’ ya que atacaría la vía abierta por el instructor del caso que tiene que ver con el ciudadano francés que falleció durante la toma por parte de esta plataforma del aeropuerto de El Prat.
La proposición de ley recoge una exclusión para acogerse a la amnistía que favorecería así a los investigados en la causa de ‘Tsunami Democratic’ porque concretamente contempla que queden fuera de la amnistía «los actos dolosos contra personas que hubieran producido un resultado de muerte».
En el auto por el que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón acordaba dirigir la investigación de ‘Tsunami’ contra el expresident catalán Carles Puigdemont, se explicitaba que a lo largo de la investigación habría que determinar si el fallecimiento de esa persona en el marco de la ocupación de El Prat era imputable a los responsables de ‘Tsunami’.
Pero, según el Código Penal, para que exista dolo se debe demostrar una voluntad deliberada de cometer un acto sabiendo que se va a producir un resultado lesivo sobre otra persona, y por lo tanto la ley de amnistía convertiría casi en imposible perseguir a los imputados de ‘Tsunami’ por la muerte por infarto del turista francés.
El auto de Manuel García Castellón
El titular del Juzgado Central de Instrucción apuntaba que en la toma de El Prat del 14 de octubre de 2019 tuvieron lugar altercados y disturbios en el interior «que ocasionaron una alteración grave de la paz pública», que hubo «importantes desórdenes y desperfectos públicos» con afectación directa de la libertad deambulatoria de numerosos ciudadanos y que «se puso en riesgo la integridad física de numerosos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de los propios manifestantes, de los viajeros y los trabajadores de la instalación, además de la propia seguridad aérea». De hecho subrayaba que en ese marco «se produjo el fallecimiento de una persona».
El pasajero francés de 65 años murió en el Hospital de Bellvitge tras sufrir un infarto en la T2 del Aeropuerto de Barcelona, después de caminar cuatro kilómetros para alcanzar la infraestructura aeroportuaria, que se encontraba bloqueada por concentraciones de Tsunami Democràtic.