Los sindicatos descartan la oferta de CCOO de ir juntos a la cita con el 'número dos' de Bolaños
Las organizaciones consideran que rompió la unidad de acción tras organizar una protesta ante Justicia
La fractura se agranda. Los sindicatos han descartado la oferta de CCOO de acudir juntos a la reunión que mantendrán este miércoles con el número dos de Félix Bolaños. El Ministerio de Justicia ha convocado por separado a las cuatro organizaciones con representación sindical, pero la entidad que lidera Unai Sordo les emplazó a ir de la mano. Sus compañeros ni siquiera han valorado la propuesta. Consideran que Comisiones rompió la unidad de acción la semana pasada, tras organizar una protesta ante la sede ministerial de forma unilateral.
«Si ve grietas en la unidad sindical, el Gobierno va a hacer todo lo posible para aumentarlas», lamenta uno de los sindicalistas consultados por THE OBJECTIVE. Las organizaciones mayoritarias, CSIF y STAJ, se han mostrado especialmente críticas con sus colegas. Junto a UGT eran partidarias de otorgar un tiempo prudencial al nuevo equipo, liderado por Bolaños, para negociar las reivindicaciones que llevaron a 45.000 funcionarios de Justicia a la huelga en primavera.
Los cuatro sindicatos fueron convocados la semana pasada por separado por el departamento de Bolaños para «intercambiar pareceres». Ya le dieron la bienvenida con una exigencia: reunirse lo antes posible para abordar las mejoras retributivas y organizativas. CCOO se desmarcó de sus colegas y anunció que no otorgaría ni un solo día de gracia al nuevo equipo, especialmente después de conocer que el nuevo secretario de Estado de Justicia sería Manuel Olmedo, la persona que negoció con ellos en la pasada legislatura.
Tiempo para Bolaños
Nada más llegar a su nuevo cargo envió una carta a los sindicatos para convocarles a una reunión. Antes de convertirse en el segundo de abordo de Bolaños, ya levantó dos veces el teléfono para comunicarles que el Ministerio de Hacienda había rectificado su posición inicial y que accedía al aumento retributivo que llevaban meses solicitando. No concretó la oferta, pero les prometió que, tras la investidura de Pedro Sánchez, retomarían las negociaciones.
La reunión del miércoles será una toma de contacto. A las 9.3o horas será el turno de UGT; le seguirán CSIF a las 10.30 y STAJ a las 12.00. Cerrará los encuentros CCOO a las 13.00 horas. Tras recibir la convocatoria, este sindicato propuso al resto acudir de forma conjunta al encuentro con el número dos de Bolaños. «No hemos recibido respuesta, por lo que entendemos que lo descartan», lamenta Luis Calero. El portavoz de Comisiones explica que ir de la mano habría supuesto un gesto ante el Gobierno, aunque «no estaría garantizado que nos recibieran».
«Es una reunión protocolaria, lo normal cuando llega un nuevo equipo», afirma Antonio Lozano, de UGT. Reconoce que la unidad sindical no pasa por sus mejores momentos, pero asegura que su decisión no tiene nada que ver con la protesta que organizó CCOO la semana pasada ante la sede de Justicia. Explica que la carta de Olmedo era muy clara. «Ya lo hicimos así con Pilar Llop (predecesora de Bolaños)», intenta restar dramatismo. Más beligerantes se han mostrado el resto de dirigentes.
El portavoz de STAJ, José Luis Fernández Alaya, sostiene que fue CCOO quien decidió realizar las movilizaciones por su cuenta. «No entiendo porque actúa así y ahora sí quiere que vayamos juntos». Afirma que la primera reunión con un nuevo equipo siempre se hace por separado, como ocurre en este caso con Bolaños. «Esta primera toma de contacto no tiene porque ser juntos, el resto sí, porque será para negociar. Pese a lo que todo el mundo piensa, son reuniones con contenido», insiste Fernández Alaya.
«Hay que aceptar el formato»
«Cuando se inician todas las legislaturas se piden reuniones bilaterales. Los encuentros por separado se han hecho con algunos ministros y con algunos secretarios de Estado. No es la primera vez. Llama la atención que CCOO nos pida ir juntos cuando ellos han demostrado que van por libre», sostiene Javier Jordán, portavoz de CSIF. E insiste: «Cuando se convoca, se hace con un formato y hay que aceptarlo. Quieren oírnos a cada uno por separado».
Jordán es optimista, pero lamenta que en la carta que les envió el número dos de Bolaños no se cite el conflicto. Su origen se enmarca a finales del año pasado, cuando los sindicatos se sintieron desplazados en la negociación colectiva del proyecto de Ley Orgánica de Eficiencia Organizativa del Servicio Público, uno de los planes estrella de Llop. Denuncian que la norma, que no llegó a aprobarse, se remitió a las Cortes «sin haber sido negociado a pesar de afectar de forma directa a nuestras condiciones laborales».
Los funcionarios de Justicia reclaman desde abril un aumento salarial de entre 350 y 430 euros al mes, «en concordancia» con el incremento pactado con los letrados apenas unas semanas antes, la clarificación de sus funciones y cambios en las futuras leyes de eficiencia organizativa. Los paros parciales se convirtieron en una huelga indefinida el 22 de mayo, días después de que el Gobierno aceptara subir los sueldos de jueces y fiscales, que amenazaron con la huelga. El conflicto se aparcó por la convocatoria de elecciones generales.