Pedraz procesa por integración en Daesh a dos españolas repatriadas desde Siria con sus hijos
El juez las envió hace un año a prisión provisional sin fianza por un delito de integración en la organización terrorista
El juez Santiago Pedraz ha procesado por un delito de integración en la organización terrorista Daesh a las dos mujeres de nacionalidad española que fueron repatriadas hace un año desde un campo de refugiados de Siria junto a sus hijos. Ambas se encontraban en Oriente Próximo tras haberse casado con hombres de aquella zona. El magistrado de la Audiencia Nacional las envió a prisión provisional sin fianza por un delito de integración en organización terrorista, castigado con penas de cárcel de ocho a 14 años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de ocho a 15 años.
En un auto al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, Pedraz sostiene que las dos procesadas, Yolanda Martínez y Luna Fernández, participaron en España en actividades en favor de la organización yihadista Daesh previamente a su desplazamiento voluntario a la zona de conflicto sirio-iraquí junto a sus maridos, aceptando el mismo destino que ellos una vez proclamado el pseuodcalifato en junio de 2014 por Abu Bakr al-Baghdadi y con plena voluntad de mantener su integración en la referida organización terrorista.
Pedraz señala que las dos procesadas tuvieron un papel destacado durante su estancia en España dentro del grupo de las mujeres de los integrantes de la Brigada Al-Andalus, manteniendo contactos con otras mujeres que servían para introducir a las conversas dentro de una visión rigorista del Islam.
Integradas en Daesh
El juez Pedraz añade que, con posterioridad, ambas se desplazaron a la zona de conflicto sirio-iraquí junto a sus maridos, compartiendo y aceptando el mismo destino que ellos, con la plena voluntad de formar parte de la organización y la finalidad de poner a su disposición toda su capacidad en las funciones que la propia organización les asignara.
El auto indica que las investigadas siempre mostraron su voluntad de ser miembros de Daesh y que solo solicitaron ser repatriadas a España tras el sitio y caída de la ciudad siria de Baguz. La resolución también incluye las labores de adoctrinamiento llevadas a cabo por las investigadas con sus hijos y con otros menores a su cargo en favor de la organización terrorista.
El auto recoge la doctrina del Tribunal Supremo respecto a la integración en organización terrorista, que no requiere necesariamente la participación en los actos violentos, ya que también es posible apreciar la pertenencia a la organización cuando se desempeñan otras funciones diferentes. Añade que es posible apreciar la integración en los casos en los que el autor aporte una disponibilidad acreditada y efectiva para la ejecución de distintos actos, en un principio indeterminados, de favorecimiento de las actividades de otro tipo realizadas por la organización terrorista.
Las españolas repatriadas eran esposas de yihadistas. Yolanda Martínez tiene cuatro hijos y Luna Fernández, nueve. Hay una tercera española casada con un miembro de Daesh, pero no ha sido localizada y no se pudo trasladar de vuelta a España. Las mujeres pertenecían a la autodenominada Brigada Al Andalus, establecida en Madrid, que según el auto judicial llevó a cabo labores de radicalización, reclutamiento y posterior facilitación del traslado a Irak y Siria para la comisión de ataques terroristas.
Desmarcarse de Daesh
Las dos mujeres habrían participado en actividades a favor de Daesh, tanto antes de desplazarse a Siria como cuando se trasladaron junto a sus maridos a mediados de 2014 a esas zonas de conflicto, compartiendo y aceptando el mismo destino que aquellos con «el objetivo de demostrar su integración en la referida organización terrorista». No se tuvo información fehaciente de ellas hasta su aparición en El País en abril de 2019. En un vídeo, Martínez aseguraba que llegó a Oriente Próximo sin saberlo, pero que estaba muy contenta porque «nos dieron una casa y a mi marido un trabajo en el juzgado del Daesh haciendo recados».
Fernández también se convirtió al islam. El auto publicado por Pedraz en enero afirmaba que, mientras vivía en España, jugó un rol clave dentro del grupo de mujeres de los integrantes de la brigada Al Ándalus. En el mismo vídeo mencionado aparecía también esta mujer y sus palabras en él, según el juez, reflejan la interiorización radical y extremista del islam, donde la sharia o ley islámica prevalece sobre la legislación de los países, pese a su interés por desmarcarse de Daesh a lo largo de la entrevista.