Tres informáticos bielorrusos colaboraron con Tsunami, según la investigación del 'caso Voloh'
Los expertos en telecomunicaciones del país satélite de Rusia habrían estado alojados en un piso franco en Gerona
Este jueves deja un nuevo capítulo en la relación de Rusia con el independentismo. Un informe de la Guardia Civil, dentro del ‘caso Voloh’ al que ha tenido acceso El Confidencial apunta a que Tsunami Democràtic contó con la colaboración de tres informáticos bielorrusos -país fuertemente relacionado con el Kremlin-. Al parecer, podrían haber trabajado en proyectos de seguridad y en el desarrollo de una criptomoneda.
Ahora, dentro de las investigaciones que se realizan en el denominado ‘caso Voloh’, los agentes han logrado identificar a tres informáticos bielorrusos y expertos en telecomunicaciones (Sergey Tkach, Nicolay Markovskiy y Murat Pogdoretskiy). La relación de estos informáticos con Tsunami viene por datos encontrados en el teléfono móvil Josep Campmajó, un empresario y escritor arrestado en octubre de 2020 por desviar fondos públicos hacia el movimiento secesionista. Al examinar su teléfono móvil y su pc, los investigadores encontraron evidencia de que también había desempeñado un papel importante en las protestas contra la sentencia del 1-O. Según explica El Confidencial, Campmajó tenía encomendada, entre otras tareas, «el desarrollo de aplicaciones que garantizaran la seguridad de las comunicaciones entre los líderes de Tsunami».
De esa forma, y durante la investigación, se hallaron los documentos de identidad de los tres bielorrusos en el teléfono de Campmajó. Además, este mismo confesó mediante mensajes en una app que los informáticos se encontraban residiendo en un «piso oficina», algo que dificultaba que pudieran ser detectados. «Estas personas estarían desarrollando algún proyecto vinculado a sistemas informáticos y, a la vista de las imágenes intervenidas a Josep Campmajó, consideraban que sería muy difícil que se pudiese descubrir en qué estaban trabajando», indica el informe al que ha tenido acceso El Confidencial.
En junio de 2019, durante los preparativos del independentismo para reaccionar al dictamen del Tribunal Supremo, Campmajó realizó un viaje a Bélgica con el propósito de encontrarse con Carles Puigdemont. Una fotografía de dicho encuentro fue descubierta en el teléfono del empresario. Los investigadores tienen sospechas de que los informáticos bielorrusos podrían haber estado implicados en el desarrollo de una criptomoneda, un proyecto directamente solicitado por el expresident catalán fugado a Waterloo con el objetivo de establecer una vía alternativa de financiación para el movimiento independentista, evitando así los controles de las autoridades españolas.
Este hallazgo proporciona una visión más detallada de las conexiones y actividades clandestinas que se llevaron a cabo en el entorno cercano a Puigdemont, destacando la complejidad y la profundidad de los esfuerzos para establecer fuentes de financiación alternativas al margen de las autoridades españolas.