Los investigados temían que Aldama confesara: «Le preguntarán por las maletas de Delcy»
El titular de Soluciones de Gestión trasladó su nerviosismo a Cueto, considerado como el cerebro del ‘caso Koldo’
La inspección de la Agencia Tributaria a Víctor de Aldama generó alarma en Soluciones de Gestión. El titular de la empresa que concentró los contratos de las mascarillas durante la pandemia, Íñigo Rotaeche, trasladó su nerviosismo a Juan Carlos Cueto, considerado por los investigadores como el cerebro del caso Koldo. Temía que el presidente del Zamora CF dijera al inspector que conocía «al ministro». El empresario le tranquilizó asegurándole que le daría «una chuleta» porque «le preguntarán por todos: por mí, Angola, [José Luis] Ábalos, el presidente del Gobierno, la ministra de Defensa, por Delcy y las maletas».
La llamada de Rotaeche se produjo el pasado 10 de octubre. Durante la conversación muestra a Cueto su preocupación porque Aldama le dijera al inspector que conocía al ministro (los investigadores deducen que habla de Ábalos) porque era consejero de Air Europa y que le comentara «que estaba todos los días en el ministerio». Rotaeche figura como propietario de Soluciones de Gestión en el momento de la adjudicación de los contratos investigados para el suministro de mascarillas durante la pandemia, aunque la Guardia Civil apunta a que el verdadero hombre fuerte de la trama era Cueto.
El empresario devuelve la llamada a Rotaeche una semana más tarde, el 18 de octubre. Cueto le explica que va a llamar al abogado de Aldama para pasarle «una chuleta» para que prepare la comparecencia en la Agencia Tributaria. Le reconoce que durante su encuentro con el instructor «le preguntarán por todos: por mí, por Angola, por Ábalos, por el presidente del Gobierno, por la ministra de Defensa, por Delcy, por las maletas… por todo», según consta en el sumario del caso Koldo, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Ábalos y las maletas de Delcy
Cueto, investigado por los tres contratos de mascarillas firmados con la Administración antes de su adjudicación, está imputado en otro caso en la Audiencia Nacional. Concretamente en el que investiga la venta de armas en Angola que realizó la empresa semipública Defex en coalición con la compañía del empresario. La Fiscalía pide más de 50 años de cárcel para él. Sus revelaciones a Rotaeche hacen mención al polémico encuentro que mantuvieron Ábalos y la vicepresidenta de Venezuela en el Aeropuerto de Barajas en enero de 2020.
La dirigente latinoamericana tenía prohibido desde 2017 ingresar en cualquier territorio de la UE por ser un alto cargo del régimen de Nicolás Maduro. La justicia archivó el caso de forma definitiva en la primavera de 2021 al considerar que no quedó probado que Delcy Rodríguez había entrado en suelo español, ya que durante el tiempo que permaneció en Barajas no pisó suelo español, sino que se limitó a permanecer en un área de tránsito. Un acta del equipo de seguridad apuntó a que la vicepresidenta venezolana traía abundante equipaje.
El actual administrador de Soluciones de Gestión, Daniel Sierra, fue citado el pasado 17 de octubre en la Agencia Tributaria y Aldama, un día después. Gracias a las intervenciones telefónicas se ha podido corroborar la preocupación que levantó ambas citaciones, que propiciaron llamadas y encuentros entre las personas relacionadas con el caso Koldo. No obstante, los investigadores aprecian un miedo superior a la persona de Cueto que a las consecuencias de una inspección fiscal.
Cueto y Rotaeche ya abordaron en una conversación telefónica que los investigadores fechan el 27 de septiembre que el inspector de la Agencia Tributaria consideraba a Aldama un comisionista, lo que plantea a ambos interlocutores si el asunto puede derivar en un proceso penal. El 5 de octubre, el empresario contacta con Aldama para verse en persona, algo que quedan en hacer un día más tarde. Cueto también llama a Koldo García, exasesor de Ábalos, para mantener otro encuentro presencial con él.
Reclamación a Baleares
Los investigadores han extraído conversaciones entre Koldo y Cueto en las que abordan dos cuestiones ligadas a los fondos públicos investigados. Entre ellas, una reclamación del Gobierno balear por 2,6 millones relacionada con el estado de las mascarillas que adquirió la socialista Francina Armengol durante la pandemia. El empresario habría solicitado al asesor de Ábalos que utilizara su influencia para informarse del expediente, según recoge el sumario del caso.
La inspección de la Agencia Tributaria motivó diferentes conversaciones entre Cueto y Piedad, la persona en la que delegó Aldama el tema. Tratan el papel que tuvo en la compra de mascarillas Israel Pilar Ortiz, presidente la consultora tecnológica Sortis. En una de las llamadas intervenidas, Piedad narra al empresario que ha redactado dos cartas que deben firmar José Vidas Esmoris y Pilar Ortiz para justificar los servicios que prestaron a Soluciones de Gestión las empresas de Aldama (MTM 180 Capital y Deluxe Fortune), con las que habría ingresado 6,5 millones de euros.
La colaboradora del presidente del Zamora CF advierte a Cueto que Pilar Ortiz no la había firmado y que habría declarado no conocer a Aldama ni a sus sociedades. «Que Isra no le toque las pelotas porque tiene fotos de él con el súper jefe. Que ya sabe quién es (ininteligible), súper Jefe en esta historia», llega a afirmar Piedad.
Como el presidente de Sortis sigue sin firmar la carta reconociendo los servicios prestados a Aldama, Piedad explica a Cueto que van a presentar multitud de conversaciones de la aplicación de mensajería WhatsApp en los que se evidencia tales servicios. En un momento de la conversación, la colaboradora del presidente del Zamora CF afirma que «hasta en el WhatsApp de Víctor (de Aldama) hay fotos de Israel Pilar que no se pueden enseñar… con el ministro». Los investigadores no aclaran a quién se refiere.