Los padres del primer niño asesinado por ETA, indemnizados 44 años después
El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura obliga a la Junta a pagar a los progenitores de José María Piris
José María Piris Carballo, asesinado por ETA en Azkoitia en 1980. | RTVE
El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) ha condenado al Ejecutivo extremeño a pagar más de 26.000 euros de indemnización como víctimas del terrorismo a los padres del primer niño asesinado por la banda terrorista ETA: José María Piris Carballo, en marzo de 1980 en Azkoitia (Gipuzkoa).
La Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJEX ha estimado los recursos de Antonio Piris y Carmen Carballo contra la resolución de la Consejería de Presidencia, Interior y Diálogo Social de 15 de septiembre de 2023 por la que se les denegaba la indemnización por fallecimiento de su hijo como consecuencia de acto terrorista por falta de acreditación de los requisitos exigidos para su concesión.
La resolución por la que se dispone la ejecución de la sentencia de dicha sala ha sido publicada este lunes en el Diario Oficial de Extremadura (DOE). Así, se condena a la Junta, en sentencia firme, a abonar la indemnización prevista en la ley de asistencia y reconocimiento a las víctimas de terrorismo de la comunidad autónoma de Extremadura por la muerte de su hijo, más los intereses legales desde la petición de los padres hasta su pago y las costas.
En concreto, los padres de José María reclamaban 13.118,44 euros cada uno. Se trata del primer niño asesinado por ETA, cuyos padres emigraron al País Vasco y cuyo pueblo, San Vicente de Alcántara (Badajoz) rindió homenaje el pasado agosto.
Una bomba lapa caída
El 29 de marzo 1980, José María volvía de un partido de fútbol junto con su padre y dos amigos. Mientras el padre aparcaba el coche, los tres chavales salieron al exterior a jugar. En ese momento, una bolsa de la que sobresalían unos imanes despertó la curiosidad de José María. La bomba lapa se había caído de los bajos de un coche de la Guardia Civil.
La bomba que contenía acabó con su vida en el acto a los 13 años, mientras que otro de los niños resultó gravemente herido con traumatismo facial y torácico, aunque logró salvar la vida tras pasar 22 días en la UCI.
