Muere Ana Messuti, abogada de la querella argentina contra el franquismo
La letrada acompañó a Ascensión Mendieta, que consiguió exhumar a su padre en 2017 por orden de una juez argentina
Un manotazo duro, un golpe helado. Ana Messuti, la abogada de la querella argentina contra el franquismo, ha muerto este sábado en Madrid, según ha anunciado la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). La letrada abandonó su país natal dos meses después del golpe militar de Jorge Rafael Videla para establecerse en España, donde ha luchado para que las víctimas de la dictadura sean reconocidas. «Mucho más que encontrar al culpable y castigarlo, buscan que eso que vivieron no quede impune», aseguraba.
Messuti será llorada en dos continentes. Comenzó asistiendo en los años noventa a las víctimas de la dictadura argentina que pidieron justicia en España junto al abogado Carlos Slepoy, fallecido en 2017. Dos décadas más tarde, acompañó a las del franquismo que cruzaron el charco para derribar el muro de la impunidad en España. Ascensión Mendieta cumplió los 88 años en aquel avión. Messuti siempre caminó a su lado hasta que logró recuperar los restos de su padre, Timoteo Mendieta, fusilado una fría mañana de noviembre de 1939 por presidir UGT en su pueblo, Sacedón (Guadalajara).
«El día de hoy para mí es el más importante de toda mi carrera. Haber logrado esto con la familia, con la ARMH, con los colegas, es algo realmente maravilloso. Había muchos factores, no solo la parte judicial: la colaboración de la justicia, de Guadalajara y la disposición de la juez argentina de dictar un exhorto tras otro. Y sobre todo, haberlo encontrado [a Timoteo Mendieta]», explicó Messuti a CTXT en el cementerio de Guadalajara en julio de 2017.
Apoyo a las víctimas del franquismo
La magistrada María Servini ordenó buscar a Mendieta en enero del año anterior. Gracias a esa decisión se lograron identificar a 22 víctimas del franquismo. Fue parte de un proceso duro que comenzó en 2010, cuando Darío Rivas e Inés García Holgado, descendientes de víctimas de la represión franquista, presentaron una querella en el Juzgado Nacional de lo Criminal número 1 de Buenos Aires que aún sigue abierta. Lo hicieron en una fecha tan simbólica como la del 14 de abril. Los abogados fueron Messuti y Slepoy en Madrid y otra media docena de jóvenes profesionales en Argentina, entre ellos Máximo Castex.
Mendieta y Messuti recibieron en 2018 el Premio Memoria Histórica que otorga IU Rivas Vaciamadrid. A pesar de su enfermedad, la abogada continuó luchando al lado de las víctimas del franquismo hasta su último aliento. Durante todos estos años ha prestado asistencia a los más de 300 descendientes que se adhirieron a la querella argentina. El viaje fue necesario porque la Audiencia Nacional rechazó investigar los crímenes de la dictadura al haber prescrito o estar sujetos a la amnistía, que consideraba contraria al Derecho Internacional.
«No juzgar los crímenes del franquismo supone su aceptación», subrayó Messuti durante una conferencia en Madrid en 2020. En opinión de la abogada, la impunidad de unos «excluye el reconocimiento de la victimización de otros». Durante aquella intervención insistió en que, para que alguien sea víctima, debe haber una declaración de que ha sufrido un delito, «pero para eso tiene que existir una sentencia que condene el crimen». Ella siempre defendió que a pesar de la muerte de Franco y de la amnistía, las víctimas seguían existiendo y era preciso hacer justicia.
La abogada también logró que la juez argentina María Servini procesara en 2021 al exministro Rodolfo Martín Villa por su responsabilidad en la muerte de varias personas entre 1976 y 1978. El pasado septiembre, la magistrada rechazó la petición del exdirigente de UCD de archivar la causa argumentando que los hechos pueden constituir crímenes contra la humanidad y, por tanto, son imprescriptibles. El presidente de la ARMH, Emilio Silva, ha asegurado que Messuti se erigió «en la oficina de víctimas del franquismo que no existe», ya que «quizás hizo más que todo el Estado» para repararlas.
Messuti era abogada por la Universidad de Buenos Aires, especialista en Filosofía del Derecho por la Universidad de Roma y doctora en Derecho (premio extraordinario) por la Universidad de Salamanca. Fue funcionaria de Naciones Unidas en Viena y Ginebra. Además de un gran número de artículos en obras colectivas y revistas especializadas, ha publicado, entre otros libros: El tiempo como pena, La justicia deconstruida y Un deber ineludible: la obligación del Estado de perseguir penalmente los crímenes internacionales.