Condenado a 21 años de cárcel por intentar quemar viva a su pareja en una lonja en Bilbao
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ratifica la pena para el hombre por intento de asesinato
Audiencia de Vizcaya. | Europa Press
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha confirmado la condena de 21 años y cuatro meses de prisión a un hombre por intentar asesinar a su pareja. El acusado intentó quemarla viva en una lonja en Bilbao durante la madrugada del 30 de abril de 2022. La corte desestimó el recurso del condenado, quien argumentaba una violación de su derecho a la presunción de inocencia por falta de pruebas directas.
El tribunal de instancia se basó en pruebas indiciarias para determinar que el acusado tenía la intención de matar. La Audiencia de Vizcaya consideró que el objetivo del hombre era eliminar la posibilidad de que la mujer lo denunciara por su supuesta participación en otro delito. Se demostró que utilizó una sustancia acelerante para prender fuego a la víctima mientras dormía, causándole heridas extremadamente graves, especialmente en el rostro.
El incendio no solo causó daños graves a la víctima, sino también a la lonja, que carecía de cédula de habitabilidad, y a propiedades colindantes. El tribunal rechazó la versión del acusado de un posible intento de suicidio de la víctima, basándose en informes periciales y médicos. La Audiencia de Vizcaya impuso al hombre 18 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, con la agravante de parentesco y una atenuante de alteración psíquica.
El condenado enfrenta además otros cargos, incluyendo intimidación en procesos judiciales y descubrimiento de secretos, por los cuales se le han impuesto penas adicionales de cárcel y multas. Se le acusa de apoderarse del móvil de la víctima durante el ataque y acceder a información privada sin autorización.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco también confirmó la indemnización de 600.000 euros para la víctima, reconociendo las graves secuelas físicas y psíquicas que sufrió. Además, se ha mantenido la orden de alejamiento que prohíbe al acusado acercarse o comunicarse con la víctima por un período de 28 años.
