El exdirector de la Guardia Civil acusado de dar el chivatazo a Koldo niega conocerlo
Leonardo Marcos rechaza que su nuevo destino en Washington sea un premio por haber advertido a la trama
Marcos comparece por videoconferencia en la Sala Clara Campoamor del Senado. | Fernando Sánchez (Europa Press)
El exdirector de la Guardia Civil acusado de dar el chivatazo a Koldo García niega conocerlo. Leonardo Marcos ha comparecido este lunes en la comisión del caso Koldo del Senado por videoconferencia. El compareciente ha señalado que nunca habló, ni se escribió, ni estuvo en ninguna reunión con el asesor del exministro José Luis Ábalos. Ni siquiera, ha dicho, recuerda cuando tuvo conocimiento de que existía una investigación abierta. El actual consejero de Información en la Embajada de España en Washington también ha rechazado que su puesto sea un premio por haber advertido a la trama.
Marcos, de 66 años, abandonó en septiembre la dirección de la Guardia Civil por «motivos personales». Solo llevaba 15 meses en el cargo. Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) le señala como la persona que filtró a Koldo García que estaban investigando la trama. Lo habría hecho en enero, un mes antes de las detenciones. Un extremo que el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha negado en varias ocasiones.
«Lo niego total, absoluta y radicalmente [que conocía a Koldo García]», ha señalado el compareciente. El exdirector de la Guardia Civil ha insistido en que nunca vio al antiguo asesor de Ábalos en el Ministerio de Transportes, y que ni siquiera han hablado o se han escrito. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado su posible relación en la Audiencia Nacional y la Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) también ha solicitado que se depuren responsabilidades. Para Marcos, podría tratarse de «una venganza» por abrirles expedientes a sus dirigentes.
La conversación de Koldo García
El compareciente se ha defendido de las acusaciones que se le imputan porque «no se puede demostrar la existencia de la conversación» que mantuvieron Koldo García y el comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, imputado también en la causa que se instruye en la Audiencia Nacional. Especialmente duro ha sido el choque que ha mantenido con la senadora del PP Ana Beltrán, que le ha acusado de mentir en varias ocasiones.
Beltrán le ha preguntado por «la trama infiltrada en el Ministerio del Interior» y, en concreto, en el Servicio de Información. La senadora popular ha hablado de «agentes nerviosos y preocupados, analizando la relación que han tenido con Koldo y Rubén Villalba». Marcos ha justificado que no se abriera una investigación interna porque ya existía una investigación abierta por la UCO y «no pueden investigar dos unidades los mismos hechos».
Marcos ha reconocido que desconoce cuántos guardias civiles pueden estar implicados en la trama Koldo. Se ha remitido recurrentemente a lo que determine la autoridad judicial. El PP también se ha interesado por otro agente detenido en el caso Koldo, el subteniente José Luis Rodríguez, que trabajaba en la seguridad del Ministerio de Transportes con Ábalos. «Usted pretende que yo conozca a todos los agentes de la Guardia Civil», ha protestado su exdirector.
Tras su cese fue enviado a la Embajada de España en Washington como consejero de Información. Seis funcionarios altamente cualificados optaron en mayo a la plaza, que quedó desierta. Marcos ha respondido a sus señorías que desconoce los motivos y ha rechazado que su elección se trate de un premio por sus servicios. De hecho, ya ocupó puestos similares en las delegaciones de Argentina, China, incluso en Estados Unidos en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero.
La función de Villalba
El exdirector de la Benemérita no es el único agente que aparece vinculado a la trama. Villalba, que está citado esta tarde en la comisión, fue detenido por, supuestamente, facilitar información sobre la investigación de la trama de las mascarillas a Koldo García meses antes de su detención, que tuvo lugar el pasado febrero. La amistad entre ambos viene de los tiempos en que el asesor de Ábalos ejercía como confidente de la Guardia Civil en el País Vasco y Navarra durante la última época de ETA.
Los investigadores consideran que Villalba era el encargado de la seguridad de la trama, a la que proveía de teléfonos móviles seguros. Por esa tarea habría recibido 88.000 euros, aunque no estaría solo. En el último informe, la UCO revela la participación de más agentes, la mayoría de ellos subordinados en la Jefatura de Información.
Villalba también se habría encargado de hacer trabajos de vigilancia y recibir el dinero en metálico por parte del comisionista de la trama, el empresario Víctor de Aldama. El comandante de la Guardia Civil detenido en marzo por su presunta relación con la trama Koldo era una de las personas que se encontraba en el aeropuerto de Barajas la madrugada del 20 de enero de 2020, en la que aterrizó la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.
El agente fue suspendido de funciones en marzo cuando ocupaba un cargo en la Embajada de Venezuela, días después de que fuera detenido e implicado en la trama Koldo. Estuvo suspendido de funciones seis meses, que terminaron recientemente por ser el tiempo máximo que permite la ley. En la actualidad está en «situación de activo sin destino y excluido de poder obtenerlo mientras se mantenga su situación procesal».
