La UCO demuestra que el fiscal general borró mensajes los días clave de la filtración de Ayuso
La Guardia Civil localiza «cero mensajes» en el móvil de García Ortiz entre el 8 y el 14 de marzo de 2024
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. | Archivo
«Cero mensajes». Ese es el número de comunicaciones que ha encontrado la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el teléfono del fiscal general del Estado entre el 8 y el 14 de marzo. Se trata de los días clave en los que habría tenido lugar la presunta filtración de datos del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. El informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE demuestra el borrado de los contenidos de los dispositivos que ya denunció un fiscal, que vio a Álvaro García Ortiz «revisando» su teléfono cuando los agentes registraban la sede del Ministerio Público.
El informe remitido al Tribunal Supremo, que investiga al fiscal general por un presunto delito de revelación de secretos, no ha encontrado conversaciones en los dispositivos incautados. Eso, a pesar de que García Ortiz se cruzó mensajes con la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez (también investigada), según evidencia el análisis de los terminales incautados por la Guardia Civil. También se comunicó con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, que aportó los mensajes al inicio de la investigación.
La UCO ya detectó mensajes entre García Ortiz y Pilar Rodríguez en el volcado de los dispositivos de esta última. En un informe anterior, como ya reveló este diario, se incluye un whatsApp que la fiscal jefe de Madrid envió a las 10:22 horas del 8 de marzo al fiscal general tras hablar con la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado para enviar bien el expediente referido al novio de Ayuso. «Hola, jefe. A tu disposición», respondió Rodríguez a García Ortiz.
Mensajes al fiscal general
A las 13:28 horas del 12 de marzo, el fiscal general reenvió a Rodríguez un tuit de Ayuso que decía: «La Fiscalía Provincial de Madrid la preside una señora que fue directora general en el Ministerio de Justicia con Zapatero». Un día más tarde, por la noche, García Ortiz envía un nuevo whatsapp a Rodríguez en el que le pide que le llame «cuando puedas». Al no recibir respuesta, y solo tres minutos después, le llama por la aplicación sin éxito.
A las 21:54 del mismo día, Rodríguez se dirigió a García Ortiz para preguntarle a qué correo le mandaba los «correos cruzados de Julián y el abogado». El fiscal general le respondió con su cuenta personal. «Gracias», añadió él en otro whatsapp. A las 23.01 el fiscal vuelve a ponerse en contacto con la fiscal jefe de Madrid para comentarle que le faltaba un email. Y minutos más tarde, le solicita la fecha en la que se presentó la denuncia en el decanato.
A las 23:30, Rodríguez recibió dos nuevos mensajes del fiscal general. El segundo «sería un extracto de la noticia de prensa publicada por El Mundo» por resultar «clarificadora», según la UCO. Un cuarto de hora después, García Ortiz insiste a su subordinada que le hiciera llegar el correo electrónico cuando lo tuviera. Al filo de la media noche le vuelve escribir preguntándole por la posibilidad de imputar un delito de falsedad al novio de Ayuso.
En la madrugada del 14 de marzo, la UCO recogió otra serie de mensajes de WhatsApp sobre la nota de prensa que la Fiscalía acabó difundiendo a las 10.20 horas dando cuenta del cruce de emails entre la defensa del novio de Ayuso y el fiscal que lo investigaba. «Échale un vistazo y dime si está bien (no las fechas, que lo están), sino el fondo», le dijo a Rodríguez a las 00:14.
Revisa su móvil en el registro
Tras consultar con otra fiscal, Rodríguez le trasladó que ambas pensaban que la nota de prensa estaba «perfecta». «Ok, gracias», reaccionó García Ortiz, a las 00:24. «Dale las gracias a Virna (otra fiscal) y a Julián (encargado de la investigación) y sobre todo a ti», remató el fiscal general.
Las pesquisas de la Guardia Civil van en consonancia con las acusaciones que realizó el fiscal del Supremo Salvador Viada, que aseguró haber visto a García Ortiz «revisando» su teléfono móvil junto a su número dos el mismo día en que los agentes registraban su despacho. El miembro del Ministerio Público ratificó su versión ante el Alto tribunal el pasado 10 de diciembre.
La Fiscalía aseguran que los mensajes se eliminan de forma periódica. Fuentes del Ministerio Público especifican que se hace un borrado cíclico del contenido de teléfonos, ordenadores y otros dispositivos por razones de seguridad tanto de García Ortiz como del resto de miembros de la institución. Las mismas fuentes insisten en que existen varias normas internas sobre protección de datos que aconsejan no almacenar los mensajes de forma indefinida.
La Guardia Civil señala que el fiscal general recibió 45 correos «sin interés para la investigación entre el 8 y el 14 de marzo» en su email personal. A la cuenta corporativa le llegan dos correos electrónicos (el mismo email duplicado) procedentes de la jefatura de la Fiscalía en Madrid.
Admite los delitos
Están fechados a las 23:45 horas del 13 de marzo y su asunto era Denuncia Maxwell Cremona. En esos correos se observa la cadena de emails que se intercambiaron un día antes el abogado del novio de Ayuso y el fiscal de Delitos Económicos, Julián Salto, que le investigaba por presuntos delitos fiscales.
En esos correos, el abogado del novio de Ayuso, el empresario Alberto González Amador, trataba de alcanzar un pacto con el fiscal que pasaba por aceptar la comisión de dos delitos fiscales por parte de su cliente, ocho meses de cárcel y pagar una multa. La Justicia madrileña le investiga por defraudar supuestamente 350.961 euros entre 2020 y 2021.
