Varios mensajes demuestran que García Ortiz destruyó pruebas sobre la filtración de Ayuso
El fiscal general del Estado y la fiscal jefe de Madrid están imputados por un presunto delito de revelación de secretos
Borrados pero no perdidos. La Guardia Civil posee pruebas de que Álvaro García Ortiz eliminó mensajes de su teléfono durante los días en que se produjo la filtración de datos del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Tras el volcado de su dispositivo móvil, la Unidad Central Operativa (UCO) no ha encontrado ninguna comunicación con sus subordinados entre el 8 y el 14 de marzo, pero un informe anterior constata que existieron al menos 25 conversaciones, la mayoría con Pilar Rodríguez, fiscal jefe de Madrid. El Tribunal Supremo investiga a ambos por un presunto delito de revelación de secretos.
El informe que la UCO ha remitido al Alto tribunal no ha encontrado conversaciones en los dispositivos incautados. Eso, a pesar de que García Ortiz se cruzó mensajes con Rodríguez, según evidencia el análisis de los terminales incautados por la Guardia Civil a la fiscal jefe de Madrid. También se comunicó con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, que aportó los mensajes al inicio de la investigación y acudió a declarar como testigo.
Este escenario concuerda con las acusaciones que realizó el fiscal del Supremo Salvador Viada, que aseguró haber visto a García Ortiz «revisando» su teléfono móvil junto a su número dos el mismo día en que los agentes registraban su despacho. La Guardia Civil se personó en la sede de la Fiscalía General del Estado el 30 de noviembre para «evitar la eliminación intencionada de información que pudiera ser de interés para la investigación». Viada ratificó su versión el pasado 10 de diciembre.
A disposición de García Ortiz
La UCO detectó las conversaciones entre García Ortiz y Rodríguez en el volcado de los dispositivos de esta última. En un informe anterior que reveló este diario se incluye el mensaje que la fiscal jefe de Madrid envió a las 10.22 horas del 8 de marzo al fiscal general tras hablar con la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado para enviar bien el expediente referido al novio de Ayuso. «Hola, jefe. A tu disposición», respondió Rodríguez a García Ortiz.
A las 13.28 horas del 12 de marzo, el fiscal general reenvió a Rodríguez un tuit de Ayuso que decía: «La Fiscalía Provincial de Madrid la preside una señora que fue directora general en el Ministerio de Justicia con Zapatero». Un día más tarde, por la noche, García Ortiz envía un nuevo mensaje a Rodríguez en el que le pide que le llame «cuando puedas». Al no recibir respuesta, y solo tres minutos después, le llama por la aplicación sin éxito.
A las 21.54 del mismo día, Rodríguez se dirigió a García Ortiz para preguntarle a qué correo le mandaba los «correos cruzados de Julián y el abogado». El fiscal general le respondió con su cuenta personal. «Gracias», añadió él en otro whatsapp. A las 23.01 el fiscal vuelve a ponerse en contacto con la fiscal jefe de Madrid para comentarle que le faltaba un email. Y minutos más tarde, le solicita la fecha en la que se presentó la denuncia en el decanato.
A las 23.30, Rodríguez recibió dos nuevos mensajes del fiscal general. El segundo «sería un extracto de la noticia de prensa publicada por El Mundo» por resultar «clarificadora», según la UCO. Un cuarto de hora después, García Ortiz insiste a su subordinada que le hiciera llegar el correo electrónico cuando lo tuviera. Al filo de la media noche le vuelve escribir preguntándole por la posibilidad de imputar un delito de falsedad al novio de Ayuso.
Sánchez exige disculpas
En la madrugada del 14 de marzo, la UCO recogió otra serie de mensajes de WhatsApp sobre la nota de prensa que la Fiscalía acabó difundiendo a las 10.20 horas dando cuenta del cruce de emails entre la defensa del novio de Ayuso y el fiscal que lo investigaba. «Échale un vistazo y dime si está bien (no las fechas, que lo están), sino el fondo», le dijo a Rodríguez a las 00.14.
Tras consultar con otra fiscal, Rodríguez le trasladó que ambas pensaban que la nota de prensa estaba «perfecta». «Ok, gracias», reaccionó García Ortiz a las 00.24. «Dale las gracias a Virna (otra fiscal) y a Julián (encargado de la investigación) y sobre todo a ti», remató el fiscal general. A pesar de estas evidencias, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha obviado el borrado de mensajes y ha exigido disculpas para García Ortiz.
«No hay ningún mensaje que pruebe la acusación tan grave que han hecho medios y partidos. La pregunta es quién va a pedir disculpas», preguntó Sánchez este jueves noche desde Bruselas, donde se celebraba el Consejo Europeo. En su opinión, «la infamia y la acusación sin pruebas no pueden ser gratis». Para el presidente del Gobierno, los medios tratan de poner el foco en García Ortiz en lugar de los delitos cometidos por el novio de Ayuso, a la que ha pedido que asuma responsabilidades políticas.
Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, asumía en los correos que había cometido dos delitos fiscales. Su abogado pretendía alcanzar un acuerdo de conformidad con el fiscal. El pacto pasaba por aceptar ocho meses de cárcel y pagar una multa para evitar el juicio. La Justicia madrileña le investiga por defraudar supuestamente 350.961 euros entre 2020 y 2021. El Mundo publicó el 14 de marzo que la idea del pacto surgió del Ministerio Público, motivo por el que este envió una nota de prensa para, en palabras de García Ortiz, «ganar el relato».