El expresidente de Renfe contiene el aliento ante el sumario del fraude de los hidrocarburos
Blanco era secretario de Estado de Industria cuando el jefe de Gabinete de Maroto se reunió con la trama
El expresidente de Renfe Raül Blanco junto al ministro Óscar Puente en abril. | Fernando Sánchez (Europa Press)
Apenas 11 meses. Ese es el tiempo que ha permanecido Raül Blanco en la presidencia de Renfe. El ministro de Transportes, Óscar Puente, lo ha relevado tras meses de tensión interna, aunque ha negado que detrás de su marcha se encuentren las reiteradas averías e incidencias que ha sufrido la empresa ferroviaria en los últimos tiempos. El cese se produce semanas antes de que el juez Santiago Pedraz levante el secreto de sumario del caso hidrocarburos. Blanco era secretario de Estado de Industria cuando se produjeron las reuniones entre el jefe de Gabinete de la ministra y la trama liderada por el empresario Víctor de Aldama.
La Audiencia Nacional investiga desde octubre a Aldama y a su socio Claudio Rivas por un presunto fraude de más de 182 millones de euros en el IVA de hidrocarburos. Pedraz les imputa delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Para conseguir la licencia con la que operaban, la de Villafuel, la trama recurrió a Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos. Este habría mediado para que les recibiera Juan Ignacio Díaz Bidart, jefe de Gabinete de la entonces ministra de Transportes, Reyes Maroto.
Los investigadores sospechan que Koldo García y Ábalos habrían recibido pingües beneficios por sus servicios. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil investiga los hechos desde octubre, pero Pedraz los mantiene bajo secreto de sumario. Está previsto que el juez lo levante en las próximas semanas, por lo que algunas de las acusaciones del caso de hidrocarburos creen que la salida del presidente de Renfe podría ser una medida preventiva, por si su nombre acaba apareciendo en los documentos.
Tensiones en Renfe
Blanco fue nombrado secretario de Estado de Industria y Pyme en junio de 2018, tras la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa. Ocupó el cargo hasta diciembre de 2022. Eso supone que estaba en el puesto cuando se produjo el encuentro entre el jefe de Gabinete de Maroto y la trama, a mediados de febrero de 2021. El socio de Aldama, Claudio Rivas, y otra empresaria se personaron en la sede del Ministerio con la intención de obtener una licencia para operar en el sector de hidrocarburos.
Koldo García les acompañó hasta la sala de juntas de Industria, donde les esperaba Díaz Bidart y dos técnicos. Al acabar el encuentro, el jefe de Gabinete de Maroto dio su tarjeta profesional a los empresarios y les instó a enviar la documentación. «Nos dijo que se tendría en cuenta porque íbamos recomendados por el ministro Ábalos», aseguraron los interesados a este diario. Meses después obtuvieron la licencia, que en última instancia depende del Ministerio de Transición Ecológica. No hay constancia de que el ya expresidente de Renfe participara en esa reunión.
Villafuel se constituyó en octubre de 2020. Solicitó la licencia de hidrocarburos el 8 de enero de 2021, pero casi un año después, el 8 de diciembre, Transición Ecológica denegó la solicitud por «ausencia de información acreditativa». La trama no se dio por vencida y continuó solicitándola. El departamento que entonces dirigía Teresa Ribera aceptó la petición el 9 de septiembre de 2022. La empresa comenzó su actividad seis días más tarde, según registró la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El entorno de Blanco niega que el caso hidrocarburos guarde relación alguna con su salida de la empresa pública. Tampoco con el caos ferroviario de este verano, con incidencias en Cercanías y en larga distancia, y el fallo informático con los trenes Avril de Talgo, que obligó a suspender la circulación el pasado 1 de enero. La decisión, en todo caso, estaba tomada mucho antes. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Puente le comunicó a principios de diciembre que no seguiría al frente de Renfe por falta de confianza y por la intención del Gobierno de impulsar un cambio estratégico en el modelo de gestión.
«Un perfil distinto»
«Renfe ha cerrado una etapa muy buena en gestión corporativa», subrayó Puente este jueves en un desayuno informativo. De hecho, la compañía ha reducido un 83% sus números rojos en el último año, en plena guerra comercial con Ouigo e Iryo, y ha conseguido dar un impulso a su internacionalización. El ministro aseguró que Blanco ha hecho «un gran trabajo», pero que la compañía necesita «un perfil distinto». El elegido es el actual secretario general de Movilidad, Álvaro Fernández Heredia, que coincidió con Puente en su etapa como alcalde de Valladolid.
Blanco anunció el pasado martes que abandonaría la presidencia de Renfe el 14 de enero por «motivos personales» y de mutuo acuerdo con Transportes para centrarse «en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado». Las fuentes consultadas explican que una de las cuestiones que han motivado su salida son las tensiones internas de los últimos meses, especialmente con su número dos, Óscar Gómez, que habría comenzado a reportar directamente a Puente, lo que motivó las quejas del ya expresidente.
El alto cargo cesado llegó a la presidencia de Renfe en febrero de 2023 para sustituir a Isaías Táboas por los continuos incidentes ferroviarios y el escándalo por la compra de trenes de cercanías que no cabían por los túneles de Asturias y Cantabria. Un escándalo que también le costó el cargo a la entonces secretaria de Estado del Ministerio de Transportes y anterior presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
La marcha de Blanco se produce apenas cuatro meses después de que Puente destituyera a Ángel Contreras como presidente de Adif, señalado por el amaño de contratos públicos que destapó este diario. Un cese que el ministro justificó como «una reestructuración» en el gestor de infraestructuras ferroviarias. La UCO ya le había fotografiado en noviembre de 2023 junto a Koldo García en la marisquería La Chalana, base de operaciones de la trama de mascarillas que investigan los tribunales.
