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Tribunales

La UCO investiga el 'email' personal de una subordinada de David Sánchez en Badajoz

La juez permite usar herramientas forenses para recuperar correos después de que la trabajadora denunciara su borrado

La UCO investiga el ’email’ personal de una subordinada de David Sánchez en Badajoz

David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno. | Ilustración de Alejandra Svriz

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) investiga el email personal de una trabajadora de la Diputación de Badajoz. En concreto, de la directora del Conservatorio Profesional de Música Juan Vázquez de Badajoz, Yolanda Sánchez. Esta subordinada de David Sánchez afirmó durante su declaración como testigo el pasado 8 de enero que habían desaparecido ciertos correos electrónicos de su bandeja, pero que no los borró voluntariamente. La juez que investiga al hermano del presidente del Gobierno también ha autorizado a los investigadores a utilizar «herramientas informáticas forenses» para analizar sus cuentas.

La magistrada Beatriz Biedma ha accedido a la petición de la UCO, que quiere analizar en profundidad una segunda cuenta de correo electrónico de la directora del conservatorio. En un auto al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la juez que investiga a David Sánchez por cinco delitos (contra la Administración Pública, contra la Hacienda Pública, malversación, prevaricación y tráfico de influencias) da luz verde para que comiencen las pesquisas sobre el email personal de Yolanda Sánchez.

Los investigadores también solicitaron realizar un análisis forense a las cuentas de esta subordinada del hermano del presidente del Gobierno tras advertir que habían desaparecido correos electrónicos de su cuenta oficial. Eso, a pesar de que el tiempo analizado «no se corresponde a un periodo de inactividad». La UCO buscó emails desde junio de 2017 a julio del mismo año, fechas que coinciden con la contratación de David Sánchez como coordinador de conservatorios de la Diputación de Badajoz.

La contratación de David Sánchez

La UCO pidió a la juez investigar el correo personal de Yolanda Sánchez «para realizar un análisis de las comunicaciones mantenidas, con el fin último de profundizar en la investigación de los hechos». En el auto, Biedma extiende la autorización «al contenido de todas las carpetas en las que se halle dividido el almacenamiento de correo, incluyendo las carpetas que contengan elementos borrados, si fuese posible la restauración, así como los correos que se encuentren, en su caso, en la carpeta de correos no leídos».

En un informe fechado el pasado 30 de enero sobre el contenido del correo oficial de Yolanda Sánchez, la UCO expone que descargó 37 archivos. Los investigadores utilizaron un software de gestión forense para procesarlos. Como resultado, obtuvieron 8.369 emails; 1.036 correos con extensión .eml; 36.740 con extensión .mbox; e identificaron 2.023 cuentas. El contenido se almacenó en un pendrive de 128 GB de capacidad, que fue debidamente precintado a la espera de la autorización de la magistrada.

Yolanda Sánchez manifestó durante su declaración como testigo que no borró voluntariamente los correos, que puso a disposición del juzgado que investiga al hermano del presidente del Gobierno. La juez solicitó a la UCO a través de una providencia el pasado enero que investigara «dicho extremo» y le instó a recuperar el contenido de esos emails.

La directora del conservatorio fue explícita al indicar que algunos correos de su email fueron borrados, aunque manifestó que no fue ella. En esos archivos eliminados, presuntamente, se hablaría de los pormenores de la contratación de David Sánchez. Esta empleada también admitió que en los días previos a su declaración recibió llamadas desde la Diputación de Badajoz y de su jefe «para que estuviera tranquila y dijera la verdad».

Durante su declaración, Yolanda Sánchez indicó que no mantenía ningún vínculo laboral con el investigado «desde antes del confinamiento». Durante el interrogatorio, la juez le preguntó abiertamente si había borrado de manera «voluntaria» los mensajes. La directora del conservatorio lo negó rotundamente: «No los podía borrar porque no los tenía en esa cuenta. Los tenía en mi Gmail».

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