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Tribunales

La declaración de Gómez ante el juez: «No me contrataron por ser mujer del presidente»

La esposa de Sánchez aseguró el pasado 18 de diciembre que el rector de la Complutense le sugirió crear la cátedra

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Begoña Gómez aseguró el pasado 18 de diciembre ante el juez que el Instituto de Empresa (IE) no la contrató «por ser la mujer del presidente del Gobierno». THE OBJECTIVE ha tenido acceso a su declaración completa. Durante más de media hora, la esposa de Pedro Sánchez se afana por explicar que fue ella la que creó el nombre del máster de Transformación Social Competitiva (TSC), que diseñó los contenidos y que nunca los ha usado fuera del ámbito académico. La compareciente señaló que fue el rector de la Universidad Complutense de Madrid quien le sugirió crear una cátedra extraordinaria, por la que «no tiene ningún tipo de retribución».

El juez Juan Carlos Peinado investiga a Begoña Gómez por cuatro delitos. Los dos últimos, los de apropiación indebida e intrusismo profesional en relación con el software que desarrollaron Indra, Google y Telefónica para el máster que codirigía en la Complutense. La esposa del presidente del Gobierno aseguró durante su declaración de diciembre que hizo lo que le recomendó la institución académica y que no hubo afán de lucro.

La esposa de Sánchez solo respondió a las preguntas de su abogado, el ex ministro socialista Antonio Camacho. El letrado, como se puede comprobar en el audio, se mostró muy interesado en los pormenores de las relaciones laborales de Begoña Gómez, especialmente con la Complutense.

Begoña Gómez en la Complutense

La investigada relató que comenzó a trabajar en el grupo Inmark en 1997. Su salida se produjo en 2018, cuando solicitó una excedencia. Gracias a ella tuvo más tiempo libre, motivo por la que acepta fichar por el IE, aunque las conversaciones con Juan José Güemes comenzaron el año anterior. Y subrayó: «Entonces mi marido no era aún presidente del Gobierno».

La colaboración con la Complutense comenzó mucho antes, en 2012, con un diploma técnico con onegés que dos años más tarde pasó a ser «un título propio, un máster de captación de fondos para ONG». «En marzo de 2020 desarrollo un segundo máster (TSC). Es un título propio, no un máster oficial», insistió Begoña Gómez.

La esposa del presidente del Gobierno subrayó tras las preguntas de su abogado que no tenía contrato con la Complutense: «Tenemos un techo de 15.000 euros, retribución máxima que puedes cobrar como externo». Begoña Gómez aseguró durante su declaración que comenzó a redactar borradores del máster de STC en 2019, aunque su se confirmó hasta marzo del año siguiente. En septiembre organizó un congreso para darle publicidad y tras eso fue el rector Joaquín Goyache quien le sugiere «englobar todo esto en una cátedra».

«La cátedra no tiene ningún tipo de retribución; se hace de manera altruista», insistió Begoña Gómez. La esposa del presidente del Gobierno también aclaró que no era catedrática no estaba contratada por la Complutense: «Mi colaboración está adscrita a mi experiencia», reconoció ante el juez, tal y como se puede advertir en el audio al que ha tenido acceso este diario. La investigada también aseguró que inscribió «una marca figurativa» en el Registro de Marcas y Patentes antes de que le confirmaran que se iba a impartir el máster de TSC.

Las cartas de Barrabés

La compareciente insistió en que también creó la sociedad  Transforma TSC con el objetivo de «desarrollar actividades completamente al margen de la cátedra extraordinaria» y que el nombre era «genérico». Begoña Gómez trató de desvincularse de las acusaciones de haber intentado apropiarse del software de la universidad: «Era un proyecto muy tecnológico sin ánimo de lucro. Lo podían utilizar las empresas sin ningún tipo de coste».

Begoña Gómez también aclaró que su relación profesional con la Complutense no estuvo amparada nunca por un contrato de trabajo que le impidiera realizar otras actividades profesionales al margen de la universidad. Como no era personal contratado, todos los trámites los realizó siguiendo las indicaciones de los diferentes departamentos. Además, reveló que la polémica cátedra se financió con recursos privados, nunca públicos.

Camacho preguntó a Begoña Gómez sobre las licitaciones al empresario Juan Carlos Barrabés a pesar de que, aquel día, no había sido citada a declarar por esa cuestión. La esposa de Sánchez sostuvo que nunca tuvo conocimiento de estas, y que solo supo de ellas cuando fue imputada. Reconoció haber firmado las cartas de recomendación, algo que era habitual para procesos de contratación.

La esposa del presidente aseguró que otras instituciones y administraciones públicas, como el Ayuntamiento de Madrid, también firmaron la misma carta modelo y terminaron adjudicando contratos a las empresas de Barrabés. La investigada sostuvo que nunca se le informó del resultado final de la licitación, sino que se enteró de ello por los medios de comunicación. Begoña Gómez puso el foco en el hecho de que esas cartas también fueron firmadas por grandes tecnológicas como Microsoft, IBM u Orange.

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