Fallo pionero sobre la vacuna covid: la Justicia reconoce sus efectos como accidente laboral
Esta sentencia marca un precedente sobre la responsabilidad última de la inyección en los profesionales esenciales
Vacunación covid. | EP.
Fallo histórico sobre los efectos de la vacuna de AstraZeneca contra la covid y sobre la responsabilidad última en la vacunación. La Justicia ha reconocido que las trombosis que sufrió Pedro García, un profesor de Física y Química de una escuela pública de Barcelona, fueron debido a la vacunación y, por tanto, el Estado debe reconocerle la contingencia laboral. Se trata de una sentencia histórica del Juzgado de lo Social nº 31 de Barcelona a la que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE y que marca un importante precedente en la lucha de estos profesionales contra la Administración, que siembre ha defendido que la vacunación fue un acto voluntario.
«El proceso de Incapacidad temporal iniciado por el trabajador demandante el día 18 de marzo de 2021 que finalizó el día 14 de julio de 2022 deriva de accidente de trabajo condenando a las partes a estar y pasar por la presente declaración con arreglo a sus respectivas responsabilidades. Siendo responsable del abono de la prestación objeto del proceso de I.T. la entidad demandada Mutua Asepeyo sin perjuicio de las obligaciones legales del INSS y TGSS», se desprende la sentencia, en la que el juez ha estimado íntegramente la demanda presentada.
Por su parte, Pedro García relata emocionado en este medio: «Hace justicia. Nos vacunamos siguiendo las recomendaciones del Estado para ir a trabajar, proteger a los niños y asegurar el derecho a la educación presencial. Durante cuatro años el Estado no ha querido reconocerlo. En tres días, la Justicia ha dicho sí». Pedro fue vacunado el día 24 de febrero de 2021 con la vacuna contra la Covid 19 de AstraZeneca e ingresado días después, el 17 de marzo de 2021 (hasta el 12 de abril), por tromboembolismo pulmonar bilateral de alta carga, hemorragia Aalveolar, trombosis porto-esplénica y plaquetopenia.
Pese a disponer de un informe del Ministerio de Sanidad donde reconoce que «Pedro García García presentó un cuadro de trombosis con trombocitopenia con anticuerpos antiPF4-heparina positivos en estrecha relación temporal con la administración de la vacuna Vaxzevria», que el «el síndrome de trombosis con trombocitopenia es una reacción adversa identificada e incluida en la ficha técnica y prospecto de la vacuna Vaxzevria» y que el afectado «no presentaba antecedentes médicos relevantes ni factores
de riesgo que pudieran actuar como causas alternativas», la Seguridad Social nunca le reconoció esa relación de causalidad.
Primer juicio de estas características en España
El juicio finalmente se celebró el pasado lunes 17 de marzo en el que fue primer pleito de estas características en España, como avanzó THE OBJECTIVE. Apenas tres días después, la Justicia reconoce que las enfermedades sufridas por Pedro García han sido debido a la vacuna covid AstraZeneca que tuvo que inyectarse al ser personal considerado esencial, y reconoce sus efectos como accidente laboral.
Los colectivos profesionales considerados esenciales (como profesores, sanitarios, veterinarios o policías) se vacunaron masivamente a partir del 15 de febrero de 2021 con la vacuna AstraZeneca –no había elección– y fueron de los grupos poblacionales convocados más tempranamente con el argumento de que tenían mayor riesgo de exposición y de transmisión a otras personas. Las empresas, según cuentan los propios afectados, ya les proporcionaban el día y lugar donde recibirían la vacuna.
En plena campaña de vacunación con AstraZeneca, esta se paralizó durante 15 días –desde el 15 de marzo hasta comienzos de abril– debido a los efectos secundarios de la vacuna y la muerte de una docente de 42 años días después de la inoculación de esta. La vacunación con AstraZeneca se reanudó para los trabajadores esenciales «negando la gravedad» de los efectos secundarios y el «preocupante» alcance de los mismos. Sin embargo, finalmente, el pasado mayo de 2024, la Comisión Europea suspendió la comercialización de la vacuna covid de AstraZeneca tras admitir el laboratorio por primera vez que «puede, en casos muy raros, causar TTS [síndrome de trombosis con trombocitopenia]». No obstante, AstraZeneca apuntó que la retirada no se debió a los efectos de la inyección, sino a cuestiones de «comercialización».
Cuatro años después de la vacunación, muchos de estos trabajadores continúan con efectos secundarios como mareos, incontinencias urinarias, miocarditis, ahogos, parálisis, pérdida de fuerza en manos, brazos, piernas y tronco, fuertes dolores de espalda o migrañas. Otros sufren trombosis, neuritis o incluso esclerosis múltiple. Ahora, tras esta sentencia, se abre una luz de esperanza para aquellos que, en su momento, decidieron vacunarse en beneficio de la comunidad, respondiendo al llamado del Estado, que ahora se desvanece justificando la voluntariedad de la decisión.
