El exjefe de la UDEF trató de ocultar 16 millones en criptomonedas antes de ser detenido
Los investigadores encontraron 20 millones de euros emparedados en la vivienda de Óscar Sánchez Gil

El exjefe de la UDEF y su socio del narco. | Ilustración de Alejandra Svriz
Ocultar 16 millones de euros convirtiéndolos en criptomonedas. Ese era el objetivo del jefe de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), Óscar Sánchez Gil. La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional relata en un atestado al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE que el agente intentó «evacuar» esa cantidad con la ayuda de terceros poco antes de ser arrestado el pasado 6 de noviembre. Sus compañeros encontraron en su casa de Villalbilla (Madrid) 20 millones de euros emparedados. La operación se saldó con una veintena de detenciones por delitos de tráfico de drogas, blanqueo y cohecho.
Los investigadores sostienen que el exjefe de la UDEF colaboraba activamente con una organización criminal dedicada al narcotráfico, a la que proporcionaba información sensible. A cambio de sobornos, introducía datos en los sistemas informáticos policiales para averiguar si los contenedores y empresas relacionadas con la red eran objeto de pesquisas, lo que le permitía alertar a los cabecillas y garantizar el éxito de las operaciones.
El Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional investiga un entramado que presuntamente facilitaba la introducción de grandes cantidades de estupefacientes en España. Entre los principales investigados se encuentra Sánchez Gil, que supuestamente recibía pagos por colaborar con una organización en cuya cúspide se encontraría Ignacio Torán. Las pesquisas de Asuntos Internos revelan que el exjefe de la UDEF tenía intención de invertir en criptomonedas para «limpiar» el rastro del dinero obtenido.
Transferencias de criptomonedas
Los investigadores apuntan a una operación de lavado de dinero a partir de importantes cantidades de efectivo que se entregan a Mario Pestaña, abogado de Sánchez Gil. Las comunicaciones intervenidas por los agentes constatan «los negocios conjuntos» entre el exjefe de la UDEF y Torán. En esas conversaciones, a las que ha tenido acceso este diario, el capo hace alusión a dos transferencias a través de monederos digitales a favor de su socio.
Solo unos días después de que se incautara un alijo de 13.000 kilos de cocaína en Algeciras (Cádiz), en octubre del año pasado, el exjefe de la UDEF realizó varios movimientos para ocultar 16 millones de euros a través de criptomonedas. Una tarea en la que habría estado asistido por otro de los detenidos, Fabián Rojas. El atestado de Asuntos Internos destaca su implicación para «evacuar» diez millones de euros.

Sánchez Gil contacta con Rojas el 17 de octubre, tres semanas antes de ser detenido. Este le indica cómo proceder y comenta al exjefe de la UDEF que explicaría la fórmula a Pestaña. Su intención es «recibir tandas de cash de un millón y una vez le envíe la billetera que me indiquen recibir el siguiente millón». De esa forma, indica, en un mes podrían haber conseguido ocultar «más de diez millones». Los investigadores han podido constatar que Rojas envía varias capturas de wallet con importantes cantidades de criptoactivos.
«Y así puedo seguir, pero la idea es generarles la confianza de que el dinero será convertido en cripto y este enviado a dónde quieran», insiste Rojas. Cuatro días más tarde, Sánchez Gil le pregunta cuándo podrían comenzar a operar y su interlocutor le contesta que la semana siguiente. En la conversación hablan de entregas en efectivo, en la que «debería portar no más de 100.000 (euros)». Los investigadores afirman que dicha operativa comenzó el 22 de octubre.
El papel del abogado
Rojas explica al exjefe de la UDEF que tiene preparadas algunas cantidades y que «mañana terminamos este primer millón y podemos recibir el siguiente en la tarde o jueves en la mañana». A continuación, remite una captura de pantalla en la que se observa una cantidad superior a un millón de euros, la misma cifra transferida por Sánchez Gil. No obstante, le pide que «tu gente confirme la recepción de esos 10.000 euros enviados al mediodía», en referencia a su abogado.
Las conversaciones interceptadas por los investigadores constatan que Pestaña es quien trasmite al exejefe de la UDEF la información que recibe de Rojas. En los mensajes se puede observar «la capa de ocultamientos de los fondos, que dificulta su rastreo». «Además de ser Mario quien le aporta diferentes direcciones de criptomonedas a Óscar (Sánchez Gil) y le indica cuáles puede utilizar». Asuntos Internos destacan que el abogado tendría contacto con Rafael Carrillo, al que se refiere como El banquero, al que se identifica como el presidente de la sociedad panameña Nordia Capital.

Otro de los detenidos en la operación es José Antonio Pérez Contreras, al que se acusa de un delito de blanqueo. Los agentes le implican en la estrategia del exjefe de la UDEF y Torán para ocultar el «origen ilícito» del dinero. Este y otras personas vinculadas a Kunga Inversiones, dedicada al intercambio de dinero fiduciario por criptoactivos, se habrían encargado de introducirles en la economía legal a través de criptomonedas. Sánchez Gil y su socio del narco les habrían entregado al menos seis millones de euros.
El propio exjefe de la UDEF pone de manifiesto el envío de esa cantidad en una conversación con Antonio Álamo, una de las personas vinculadas a Kunga Inversiones. En el mensaje que le escribió el pasado 10 de octubre le recrimina que se les ha entregado «seis kilos» de una persona que identifica como «el cliente» y que no han recibido los fondos, por lo que «se le ha acabado la paciencia ya». Los investigadores lo asocian a Torán, que se comunicaba con Sánchez Gil, que usaba el apodo de Aduana, a través de un sistema de mensajería encriptado.