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La UCO pilló a una 'amiga' de Ábalos ocultando un disco duro durante el registro de su casa

La joven, que se anuncia en Internet como modelo, pretendía abandonar la vivienda con la memoria externa

La UCO pilló a una ‘amiga’ de Ábalos ocultando un disco duro durante el registro de su casa

Anaís D. G., amiga del exministro José Luis Ábalos. | The Objective

José Luis Ábalos no estaba solo durante el registro de su vivienda. El exministro se encontraba acompañado de una mujer que responde al nombre de Anaís D. G. cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil irrumpió en su casa de Valencia el pasado 10 de junio. Los agentes advirtieron que la joven de 32 años, que se anuncia en Internet como modelo, pretendía abandonar el domicilio mientras ocultaba un disco duro en su pantalón. Así lo certifica el oficio que el instituto armado ha enviado al juez Leopoldo Puente. El magistrado del Tribunal Supremo investiga al ex secretario de Organización del PSOE por la supuesta compra irregular de mascarillas durante la pandemia y el posible cobro de mordidas.

Puente ordenó el registro de la vivienda de Ábalos tras solicitarlo la UCO al advertir una serie de evidencias delictivas. Los agentes se personaron en el domicilio pasadas las 7 de la mañana, aunque el oficio al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE especifica que las diligencias comenzaron a las 8.50 horas. Casi una hora más tarde se personó la letrada Isabel Benlloch, que envió una serie de fotografías al abogado del exministro, José Aníbal Álvarez. Las pesquisas finalizaron a las 14.14 horas y acabaron con la incautación de diversos dispositivos, entre ellos el teléfono móvil del investigado.

La UCO señala en su escrito que en la casa junto a Ábalos se encontraba una mujer llamada Anaís D. G.. El exministro manifestó al inicio de las diligencias la necesidad de que la joven sacara a pasear al perro. Uno de los agentes observó cómo el exdirigente socialista indicó a su acompañante que se llevara algo de desayuno, por lo que fue a otra de las estancias. Antes de salir del domicilio, el mismo guardia civil advirtió que la chica portaba un objeto oculto en su pantalón.

La colaboración de Ábalos

«Ante esta circunstancia, otra agente procede a realizar un cacheo de esta persona observándose que Anaís D. G. oculta un disco duro en su pantalón», insiste el oficio en poder del juez. A continuación, la fuerza actuante le pidió abandonar el domicilio. La intención de la joven era llevarse una memoria externa de color azul de la marca WD-MY Passport que quedó depositada en una bolsa precintada. Esa situación contrasta con las palabras que ofreció Ábalos a los medios de comunicación tras el registro, cuando aseguró que había tenido una «absoluta colaboración».

Los juristas consultados señalan que la mujer podría haber incurrido en un delito de encubrimiento de pruebas. Se trata de una conducta delictiva que se recoge en los artículos 451 a 454 del Código Penal y que puede ser castigado con penas de prisión de entre seis meses a tres años tanto para autores como para sus cómplices. Un prestigioso jurista explica que, en el caso de Ábalos, no existiría delito de ocultamiento y que Anaís D. G. estaría exenta si afirma ser pareja estable del investigado.

Una de las imágenes con las que se anuncia como modelo la acompañante de Ábalos durante el registro.

La mujer que acompañaba a Ábalos, Anaís D. G, cuenta con una página web donde se anuncia como modelo de imagen. «Profesional llena de ilusión», subraya en una breve biografía. La joven reside en un municipio de la provincia de Valencia y tiene experiencia en agencias de modelos y azafatas como Glam Madrid. También ha participado en el concurso Vecinitas 2012 de la revista FHM y en desfiles, pasarelas y como gogó en discotecas. Al exministro se le conocen varias relaciones sentimentales, las últimas con Andrea de la Torre y Jésica Rodríguez, la joven que eligió de un catálogo de escorts, según adelantó este diario.

La UCO se incautó de diverso material durante el registro de la vivienda de Ábalos en Valencia. En el despacho encontraron un teléfono móvil modelo Iphone 11 Pro de color negro cuyo volcado se depositó en un disco duro. En la misma habitación había otro terminal de la misma marca, aunque distinto modelo, cuyo contenido también copiaron. También se hicieron con varios discos duros; una veintena de memorias USB de diferente tamaño, tipo y capacidad; un iPad; varios cuadernos y otros documentos.

Incautaciones y volcados

Los agentes también registraron otras estancias de la casa, como el recibidor, el salón y el dormitorio principal, donde hallaron otro móvil de marca Samsung, una memoria USB de color negro y un disco duro del mismo color y de la marca WD Elements SE. La entrada a la vivienda responde a una orden del instructor del caso Koldo, a propuesta de la propia UCO. El exministro lleva meses declarándose víctima de una persecución de la Guardia Civil, a la que incluso llegó a denunciar ante la Fiscalía Anticorrupción por violar el derecho de sus comunicaciones.

Ábalos atendió a los medios de comunicación tras el registro de su vivienda el pasado 10 de junio. El exministro afirmó que los agentes habían tenido una actuación «muy profesional» con una intervención «mínima». «Lo único que le interesaba era el teléfono, que han clonado, y unas memorias digitales. En concreto, dos petacas extraíbles y dos con álbumes familiares que no les ha dado tiempo a copiar. La intención era no llevárselas, pero a partir de mañana las puedo recuperar», reconoció el actual diputado del Grupo Mixto.

Puente atribuye a Ábalos «un papel principal» en la trama corrupta. Los investigadores sospechan que el exdirigente socialista y su entorno se habrían beneficiado de diversas dádivas. Entre ellas, el uso de un chalé en la urbanización de La Alcaidesa, en la costa gaditana, y el pago de un apartamento de lujo en el centro de Madrid para Jésica Rodríguez, en ese momento su pareja sentimental.

Un socio de Víctor de Aldama, Alberto Escolano, declaró ante el juez que se encargaba de abonar el alquiler mensual por orden del comisionista. Este reveló en diciembre en el Supremo que el exministro también recibió mordidas por la adjudicación de contratos de obra pública y aportó notas manuscritas que le envió su asesor, Koldo García, que incluye adjudicaciones de obra pública con localizaciones y cifras concretas correspondientes a 2019. Esos amaños, entre 1 y el 1,5% del valor de los contratos, se habrían extendido los dos años siguientes.