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Tribunales

Policías y guardias civiles cercanos a Koldo en Navarra temen aparecer en próximos audios

La Benemérita sospecha que el asesor de Ábalos mantuvo contactos con la Jefatura de Información tras su detención

Policías y guardias civiles cercanos a Koldo en Navarra temen aparecer en próximos audios

Koldo García y el comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba. | Ilustración de Alejandra Svriz

Pánico en Navarra tras el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El dosier revela que Koldo García grabó varias conversaciones con José Luis Ábalos y Santos Cerdán entre 2019 y 2023 como «respaldo o garantía ante eventuales desavenencias». Esos audios pueden resultar clave para desentrañar una trama que presuntamente cobraba mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública. Los investigadores sospechan que el asesor comenzó a registrarlos hace más de una década, lo que ha puesto en alerta a políticos, policías y guardias civiles con los que fraguó una estrecha relación en la comunidad foral. En el instituto armado también se inquietan de que el investigado mantuviese contactos con miembros de la Jefatura de Información tras su detención en febrero del año pasado.

Los agentes destinados en Navarra temen que sus intimidades salgan a relucir en próximas entregas: mensajes de texto, audios y hasta fotos comprometedoras. Muchos de ellos fueron muy cercanos a Koldo García en su día. Algunos siguen siéndolo, aunque las circunstancias le han obligado a poner tierra de por medio, explican a THE OBJECTIVE personas del entorno del antiguo asesor ministerial. Existe nerviosismo en todos los Cuerpos, porque tenía contactos en todos, pero señalan que es más patente en la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona, donde el investigado pasaba gran parte de su tiempo.

Koldo García, de 54 años y originario de Baracaldo (Vizcaya), trabajó como vigilante de seguridad, aunque en ocasiones también se desempeñó como escolta. Una labor que realizó para los socialistas navarros en mitines y eventos políticos. El asesor de Ábalos en Transportes militó en UGT y PSOE. De hecho, creó la agrupación local de Huarte (Navarra), donde se convirtió en concejal en 2011, el primero que obtenía su partido en esa pequeña localidad, bastión abertzale.

Los amigos de Koldo

Las relaciones en el PSOE no fueron las únicas que cultivó Koldo García, que colaboraba desde los años noventa con la Guardia Civil en la lucha contra ETA. Las fuentes consultadas señalan que cobraba por sus servicios como confidente. Esa labor le generó beneficios económicos, pero también grandes amistades con agentes y mandos. Es la época en la que fraguó la relación con el comandante Rubén Villalba, también imputado. Su papel resultó clave para la trama, ya que se encargó de su seguridad entregándoles móviles filtrados. Habría percibido por ello unos 88.000 euros.

El asesor ministerial le devolvió el favor consiguiendo que fuese destinado a la Embajada de Caracas (Venezuela). No fue el único que hizo a sus «hermanos». Koldo García logró colocar en destinos suculentos a diversos agentes. Entre ellos, un escolta de Ábalos que acabó encargándose de la seguridad del embajador de España en Cuba, según consta en el último informe de la UCO y reveló este diario. También medió para que Rubén de Aldama, hermano del comisionista de la trama de las mascarillas e imputado por el fraude de hidrocarburos, fuese enviado en comisión de servicios a la Embajada de España en Rusia en 2021.

«Los guardias civiles le consideraban uno de los suyos», admiten en el entorno de Koldo García. Otro viejo conocido asegura que la Comandancia de Pamplona era «su casa» y que «pasaba el día allí». Eso ha provocado que exista una gran inquietud con los próximos informes de la UCO, que podrían desvelar su cercanía con el hombre de confianza de Ábalos. «Hacían comidas y reuniones en sus casas. Algunos eran íntimos», destacan. Las mismas fuentes señalan que, cuando el asesor pasó apuros económicos, acudía a la Comandancia a comer. Algo que no olvidó al dar el salto a la política nacional.

Las relaciones de Koldo García con el instituto armado eran tan intensas que llegó a ser condecorado con la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco en 2018, con el popular Juan Ignacio Zoido como ministro. La Benemérita abrió el pasado febrero un expediente para prohibirle el uso del galardón. Sus conexiones le sirvieron para ser indultado por el gobierno de José María Aznar en 1996 tras cometer un delito de lesiones.

Aldama en la Guardia Civil

Koldo García fue la persona que introdujo a Víctor de Aldama como colaborador de la Benemérita, indican los agentes de la UCO en sus informes. Así lo reconocieron en diciembre en la Audiencia Nacional el coronel Francisco José Vázquez Aznárez, jefe de la UCE-2, dedicada a luchar contra el terrorismo yihadista, y siete de sus subordinados. Se trata del mando que condecoró en 2022 al comisionista, una «recompensa» por su colaboración.

Los subordinados de Vázquez Aznárez afirmaron que el comandante Villalba, arrestado cuando pretendía volver a Venezuela en marzo del año pasado, les daba instrucciones sobre transferencias bancarias. No se negaron a realizarlas por temor a represalias. Fue él quien logró que Aldama fuese incluido en la base de datos de colaboradores y confidentes de la Jefatura de Información de la Guardia Civil con el objetivo de conocer cualquier alerta que saltara en su contra.

La preocupación por aparecer en futuros informes de la UCO también se ha apoderado de agentes de la Policía Nacional y de la Policía Foral de Navarra. Fuentes cercanas a Koldo García creen que en este caso la intranquilidad es menor, ya que el hombre de confianza de Ábalos en Transportes entre 2018 y 2021 tenía especial conexión con los miembros de la Guardia Civil. Viejos colegas aseguran que disponía de una vasta red de contactos, también entre empresarios y políticos de todos los partidos.

«Él y Cerdán ya estaban haciendo gestiones para cobrar comisiones en Navarra. Luego exportaron el modelo a Madrid», indica un veterano socialista de Pamplona, que avanza que existe un gran nerviosismo en esta federación del PSOE, donde poseía una gran influencia. Incluso se le otorgó la capacidad de buscar candidatos para las elecciones municipales. E insiste: «Koldo estuvo dos años en un despacho al lado de Santos Cerdán. Advirtieron a María Chivite y miró para otro lado». El asesor también mantenía contacto con otras formaciones políticas que han encendido todas las alarmas.

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