Conde-Pumpido exige «respeto» al Constitucional y a la independencia judicial
Ha añadido que «cualquier intento de influir en las decisiones de nuestros tribunales supone un ataque a la Constitución»

El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido. | EP
El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Cándido Conde-Pumpido, ha exigido a todos los poderes e instituciones del Estado «respeto» a este órgano y a la independencia judicial y ha manifestado que los jueces deben resolver sin injerencias pero también abstraídos de convicciones personales o políticas.
Cándido Conde-Pumpido ha hecho estas manifestaciones durante su intervención este jueves en el VI Congreso de la Conferencia Mundial de Justicia Constitucional, que ha reunido en Madrid a delegaciones de tribunales y cortes de 85 países.
«Debemos entender que los poderes legislativo, ejecutivo y judicial tienen competencias diferentes y todos ellos están sometidos a la Constitución con el fin de contribuir al mejor funcionamiento de la sociedad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos», ha señalado Conde-Pumpido.
Y ha añadido que en consecuencia, el TC y los tres poderes del Estado «tienen que respetarse mutuamente en el pleno uso de sus competencias y en el mantenimiento de su prestigio y de su credibilidad». En todo caso, ha advertido de que «cualquier intento de desacreditar el sistema judicial y concretamente la justicia constitucional y cualquier intento de influir en las decisiones jurisdiccionales de nuestros tribunales supone un ataque a la propia Constitución y a la separación de los poderes».
Ha recalcado que «la independencia de los tribunales constitucionales es un pilar fundamental sin el cual no hay democracia, no hay defensa de la Constitución y no hay un Estado de derecho». El presidente del TC ha recordado que «en muchos países como España la independencia de los magistrados constitucionales está recogida en la propia Constitución, pero además es un principio, una responsabilidad y un imperativo moral para quienes ejercemos esta justicia».
«Tenemos que ser absolutamente independientes de todos los poderes del Estado porque el Tribunal Constitucional es el supremo intérprete de la Constitución y debe de actuar imponiendo su cumplimiento efectivo sin presiones, sin injerencias y abstraídos de convicciones personales o políticas», ha manifestado.
Rememorando una frase del fallecido expresidente del TC Francisco Tomás y Valiente, Conde-Pumpido ha dicho que «todo juez debe querer ser independiente incluso independiente de sí mismo, de sus ideas, y si sus convicciones no están en correspondencia con su función jurisdiccional, debe dedicarse al noble ejercicio de la actividad política o de defensa judicial pero no puede ejercer como juez».
Y ha añadido que «el TC, una vez que ha resuelto con absoluta independencia la cuestión que debe resolver, debe mantenerse abstraído de las críticas, porque la importancia de sus decisiones siempre llevará aplausos y críticas según quienes hayan sido favorecidos o desfavorecidos».
Conde-Pumpido ha mantenido que la independencia judicial, por tanto, «es esencial para la salvaguardia de la propia Constitución y se ha de contar con normas que garanticen y protejan el sistema de justicia constitucional y que proporcionen a los tribunales constitucionales los medios necesarios para desarrollar su labor de una manera independiente y eficiente». «Y esa protección de la independencia exige el respeto mutuo entre las diversas instituciones del Estado», ha concluido.
 
        