Un constructor resolvió el «error contable» del líder del fuel enviándole una furgoneta a su casa
Claudio Rivas envió a su amigo a «reestructurar» los fondos y llevarle «unas cosas» a su mujer a su residencia en Madrid
El nuevo audio al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE entre el líder de la trama del fuel, Claudio Rivas, y su mujer, Stella Duarte, en agosto de 2020, desvela que un constructor afín al cabecilla de la trama de los hidrocarburos acudió a la finca Matasanos en Cilleros, Cáceres, para resolver el «error contable» de Rivas con los «paquetes» de dinero en metálico que guardaba en el «armero grande». «Yo no voy a estar pero el día 9 o el día 10 te van a ir a ver porque te van a dar unas cosas ¿vale?», informa Rivas a su esposa. «Stella, al equivocarme yo pues los hombres ahora tienen que reestructurar». Duarte asiente y corta la conversación: «Vale, olvídate, eso ya lo hablamos en persona».
La conversación tuvo lugar el 29 de agosto. La mujer de Claudio Rivas se encontraba en la residencia del matrimonio en Madrid mientras este viajaba a una cacería a Mongolia. En ausencia de Rivas, ella asumió las funciones de su marido en el manejo de los fondos. Según ha podido saber este periódico, los investigadores localizaron la llegada de una furgoneta Renault Kangoo el día 10 de septiembre de 2024 en la residencia de Rivas y Duarte en la calle Traviata de Majadahonda (Madrid), un vehículo registrado a nombre de la sociedad INVERCONS HISPANIA SL. El administrador y socio único de la mercantil es Ángel Jimenez Lagartera, un constructor que una «relación próxima» con Claudio Rivas, según consta en el sumario del caso hidrocarburos.
Una muestra de ello son los múltiples viajes personales que ambos hicieron en mayo de 2024 a Islas Mauricio, en compañía de sus respectivas parejas. Dos meses después, los dos matrimonios, junto al amigo personal de Rivas, Antonio Nieto, realizaron juntos otro viaje a Dubái en julio de 2024. Los seguimientos policiales hechos por la UCO permitieron identificar la utilización por parte de Ángel Jiménez Lagartera de un vehículo Land Rover Range Rover Sport, registrado a nombre de la mercantil Have Got Time, administrada por la hija de Carmen Pano, Leonor González Pano. La Guardia Civil señala a Rivas como el «propietario en la sombra» de esa sociedad, que entró en concurso de acreedores tras registrar una deuda de más de 64 millones de euros por el impago del IVA, según figura en los informes de la AEAT. Una prueba de ello es que Stella Duarte consta como beneficiaria de una transferencia de 7.010,50 euros hecha desde la cuenta de la mercantil Have Got Time, a través de la cual se realizó el «alquiler ficticio» a José Luis Ábalos a cambio de la concesión de la licencia de operadora a Villafuel SL, cuyas reuniones gestionó el propio Claudio Rivas.
Vínculo personal con Aldama
Los agentes del instituto armado sostienen que este constructor no solo mantiene una «vinculación estrecha» con Claudio Rivas, sino también con quien fuera su socio, el empresario Víctor de Aldama. En mayo de 2024, este constructor apareció junto a Aldama en una instantánea en el palco del estadio Santiago Bernabéu, donde presenciaron el encuentro entre el Real Madrid CF y el Bayern de Múnich CF. Además, un informe de la agencia tributaria sitúa a Jiménez Lagartera como el «receptor último» de una remesa de vinos de Vega Sicilia por valor de 33.542,27 euros que fueron abonados por la comercializadora Canary Islands y que fueron entregados en la calle Antonio Maura número 7, sede social de las sociedades de Aldama.

Los dispositivos de seguimiento detectaron la presencia de Rivas, Aldama y Jiménez Lagartera en un almuerzo en septiembre de 2024, un mes antes de la detención de los dos primeros tras el estallido de la trama de hidrocarburos, en el restaurante O’Recanto, en Somosierra (Madrid), junto a otros tres comensales más. Según los investigadores de la UCO, las comunicaciones intervenidas permiten afirmar la «vinculación de Ángel Jiménez con las diferentes operativas en la estructura económica de la presunta organización criminal, teniendo participación en la deslocalización de fondos obtenidos procedentes del acometimiento del fraude».
En este sentido, no es casual que fuera el constructor Jiménez Lagartera quien acudiera el 10 de septiembre de 2024 al domicilio particular de Claudio Rivas a resolver el «problemón» generado por un error al contabilizar grandes cantidades de dinero en efectivo que almacenaba en la finca «Matasanos». En los audios exclusivos a los que ha tenido acceso este periódico, Rivas admite que sus cálculos económicos contemplaban una reserva de dinero en metálico de hasta 60.000 euros, pero al equivocarse con la organización de los «paquetes», la cifra real no alcanzaba ni la mitad.
El constructor ‘millonario’ de Matasanos
El hecho de que Rivas recurriera a Jiménez Lagartera como uno de los «hombres que ahora tienen que reestructurar» sus fondos, dada su equivocación, por la vía de «dar unas cosas» a su esposa, en su residencia particular, sin estar él presente, demuestra una posición de máxima confianza. De hecho, las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE sostienen que este constructor es la persona a la que confió Claudio Rivas la reconstrucción de la finca Matasanos, donde celebró el banquete de su boda en 2022 con Stella Duarte, y que alcanzó la cifra de más de dos millones de euros.
En la grabación que publica este periódico y obra en poder de la UCO, Claudio Rivas pone de manifiesto la intensa actividad cinegética de la finca Matasanos. «Mañana vienen unos cazadores a matar los gamos. Pero esos les he dicho que les hagan allí, que viene Fede, que les abran el salón grande y que les hagan allí lo que sea, que les den un pincho allí que yo me asomaré y me volveré. Yo paso ya de relacionarme con gente […] Luego por la tarde vamos a tirar a las palomas otra vez». El bloqueo de sus cuentas bancarias y su salida de prisión en el mes de diciembre, dos meses después de su detención, permitió retomar su actividad social en la finca extremeña. Según publicó el diario ABC, el fin de semana de Todos los Santos celebró allí una montería en la que se abatieron 90 jabalíes y se celebró una fiesta en la que Rivas iba ataviado con un disfraz carcelario de los Hermanos Dalton.
