La juez cierra la investigación por el asesinato en España del piloto ruso que desertó a Ucrania
La Guardia Civil no logra concretar «la autoría material o intelectual de los disparos contra la víctima»

El piloto ruso Maxim Kuzminov tras su deserción a Ucrania. | Kirill Chubotin-Zuma Press
La titular de la plaza número 3 de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia de Villajoyosa (Alicante) ha decretado el sobreseimiento provisional, por falta de autor conocido, de la causa en la que investigaba el asesinato del piloto del Ejército ruso, Maxim Kuzminov, quien desertó en agosto de 2023 de su país para entregarse a Ucrania a bordo de su helicóptero y que fue asesinado a tiros el 13 de febrero del año pasado en una urbanización de dicha localidad alicantina.
Por tanto, la magistrada da carpetazo a la investigación al no poder determinar las personas responsables de dicha ejecución, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). La juez ha tomado esta decisión, mediante un auto que ya ha cobrado firmeza, después de recibir un atestado de la Policía Judicial de la Guardia Civil en el que se informa de que «no ha sido posible concretar la autoría material o intelectual de los disparos contra la víctima», si bien todo apunta a que Rusia estuvo detrás del asesinato.
El fallecido, de 33 años de edad, murió tras recibir varios impactos de bala en un complejo residencial de las inmediaciones de la avenida Rosa dels Vents de Villajoyosa. El órgano judicial que estaba ese día de guardia incoó diligencias previas para la investigación de los hechos, calificados inicialmente como un delito de homicidio o asesinato, y decretó el secreto de las actuaciones para proteger las pesquisas.
Sin embargo, las numerosas diligencias de investigación practicadas por el grupo de homicidios de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil no han permitido dirigir la causa contra persona o personas concretas como autoras intelectuales o materiales del crimen.
«Analizadas las circunstancias concurrentes y, teniendo en cuenta los requisitos que deben concurrir para la comisión del ilícito penal, se puede concluir, por esta juzgadora, que no existe prueba suficiente para atribuir la responsabilidad criminal a persona determinada como autor, cómplice o encubridor de los hechos que han dado lugar a la formación de la presente causa», señala la instructora en un auto fechado el pasado mes de septiembre. Por ello, comunica que debe acordarse el sobreseimiento provisional de las actuaciones» de conformidad con el artículo 641.2 de la LECrim (Ley de Enjuiciamiento Criminal).
La muerte del piloto fue confirmada en su momento por el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, que indicó al medio ucraniano Kyiv Post que no podía saber el motivo de su fallecimiento ni si había sido obra del Kremlin en represalia por su deserción.
Una fuente del GUR declaró a otro medio ucraniano, Ukrainska Pravda, que el piloto murió tiroteado y que cerca de su domicilio se encontró un coche calcinado que pudo haber sido utilizado por los asesinos, extremo este último que coincidía con lo ocurrido en el crimen de Villajoyosa porque poco después se encontró el coche en llamas, supuestamente usado por los agresores en su huida, en la vecina localidad de El Campello. Según la fuente citada del GUR, Kuzminov había decidido ir a vivir a España en vez de quedarse en Ucrania.
Desde un primer momento, la Guardia Civil investigó lo ocurrido en Villajoyosa como un ajuste de cuentas, ya que la víctima recibió en la rampa del garaje de la urbanización de La Cala media docena de impactos de bala y, según testigos presenciales, posteriormente el vehículo en el que huyeron los asesinos pasó por encima del cuerpo. Aunque la documentación que se encontró del fallecido en Villajoyosa no correspondía con la de Kuzmínov, porque acreditaba que era de un individuo de 33 años de nacionalidad ucraniana, las fuentes consultadas por EFE aclararon luego que se trataba del piloto que desertó de las tropas rusas.
La deserción del ruso se dio a conocer en septiembre de 2023 cuando el GUR ucraniano publicó unas imágenes en las que el piloto -que entonces tenía 28 años- explicaba cómo fue contactado por la inteligencia militar enemiga, que le ofreció pasarse al lado ucraniano a cambio de dinero y protección. En el vídeo pudo verse el aterrizaje de Kuzminov con su helicóptero, un Mi-8 de combate, en una base militar de la región de Járkov, en el este de Ucrania y fronteriza con Rusia.
Según informó en su momento el jefe del GUR ucraniano, Kirilo Budánov, Kuzminov cruzó la frontera volando por debajo del área de detección de los radares junto con otros miembros de la tripulación que no sabían de los planes del piloto y murieron cuando intentaban huir después del aterrizaje. Budánov también explicó entonces que la inteligencia militar ucraniana había logrado sacar de Rusia a la familia del piloto desertor.
No quería ir a la guerra
El piloto ruso Maxim Kuzmínov, hallado muerto en España, no quería ir a la guerra y acabó por volar con su helicóptero Mi-8 a Ucrania en una operación conjunta con el servicio de inteligencia de ese país. El piloto se graduó de la Escuela de Aviación de Sizran, en el sur de Rusia. Fue destinado a servir en el Lejano Oriente ruso, donde entre sus compañeros tenía fama de ser una “persona tranquila” y pedir “trabajo pacífico”, operaciones de carga que no tuvieran que ver con misiones militares, según el canal de Telegram ruso Baza.
Sus amigos dicen que Maxim tenía “miedo a morir en la guerra» y quería dejar el Ejército incluso antes del comienzo de la guerra en Ucrania, pero “no le dejaban”. Además, al piloto le aterrorizaba la idea de ser capturado en Ucrania. Los compañeros del piloto aseguran que su novia, que no estaba al tanto de sus planes, se quedó en Vladivostok, en el extremo oriente ruso.
De acuerdo con Baza, la madre de Kuzmínov también había abandonado Rusia antes de que su hijo desertara a Ucrania con su helicóptero, algo que ocurrió en el verano de 2023. Una vez en Ucrania, a la que voló sin que los otros dos miembros de su tripulación se enteraran de su destino y que fueron abatidos tras negarse a rendirse, Kuzmínov dijo que no quería verse involucrado en crímenes de guerra y pidió a otros pilotos rusos que siguieran su ejemplo.
En este sentido, planteó que se puso en contacto con los representantes de la inteligencia militar ucraniana, quienes luego garantizaron su seguridad, le ofrecieron nuevos documentos y una compensación de medio millón de dólares antes de proceder a planificar la operación.
Una deserción planeada
Kuzmínov tomó la decisión final mientras volaba en las proximidades de la frontera entre Rusia y Ucrania el 9 de agosto de hace dos años. Luego guió el helicóptero a través de la frontera a una altitud extremadamente baja. “Aparentemente, durante 3 o 4 días nadie (en Rusia) entendió lo que me pasó. Aterricé y me recibieron (en Ucrania)”, dijo. Según el vídeo difundido por Kiev, Kuzmínov resultó herido después del aterrizaje, pero se le ofreció asistencia médica a tiempo. Durante la grabación del vídeo, el piloto y su familia se encontraban en Ucrania, según la inteligencia militar de ese país.
Mientras, en Rusia, el Comité de Instrucción militar incoó una causa por “traición” contra Kuzmínov y los familiares de sus dos compañeros que fueron asesinados tras el aterrizaje en Ucrania pidieron que pagara con su vida por lo que hizo. “Si Maxim realmente hizo lo que hizo, espero que lo encuentren y lo maten”, dijo la esposa de uno de los navegantes del helicóptero, citada por la televisión rusa. Los compañeros de tripulación de Kuzmínov fueron condecorados post mortem por las autoridades rusas.
