Escribo esto el domingo 1-O y por lo tanto desconozco si Carles Puigdemont, Oriol Junqueras o cualquier otro espontáneo con mando en plaza, pongamos por caso Anna Gabriel, tiene pensado proclamar la independencia de Cataluña desde el balcón de la Generalitat o encaramado a un bolardo del Paseo de Gracia durante las próximas horas. Si eso no ha ocurrido en el momento en que lean esto, es posible que ocurra durante los próximos días. Todos los puentes están rotos en Cataluña y el sector independentista posibilista, si es que alguna vez ha existido, ha sido arrasado por el sector independentista mesiánico. Lo que suceda a partir de ahora está, en definitiva, en manos del azar. El aleteo de una mariposa en la India puede provocar un huracán en el Caribe y en Cataluña hay en estos momentos millones de mariposas aleteando con furia africana.