
¡Qué escándalo, aquí se censura!
La expresión más delirante de este fenómeno se cifra en el hecho de que uno de los comentaristas parlamentarios de la edición local del periódico, Manel Lucas, sea el mismo Manel Lucas que, disfrazado de Francisco Franco, protagonizara hace una semana un sketch en TV3 en que, a ritmo de rumba, acusaba a la policía nacional de apalear ancianas bajo los efectos de la cocaína.