La destitución de Dilma Rousseff abre una crisis diplomática en Sudamérica
En respuesta a la medida adoptada por Venezuela, el nuevo Gobierno brasileño, presidido por Michel Temer, llamó el miércoles a consulta a su embajador en Caracas. «El Gobierno brasileño repudia los términos del comunicado emitido por el Gobierno venezolano sobre la conclusión del juicio político de la expresidenta de la República, que revela un profundo desconocimiento de la Constitución y de las leyes de Brasil y niega totalmente los principios y objetivos de la integración latinoamericana», apunta un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. Por su parte, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha reconocido la legitimidad del gobierno Michel Temer debido a que se cumplió con el debido proceso. En las manifestaciones a favor y en contra de la destitución de Rousseff, que se realizaron en varios estados de Brasil, sólo se produjeron incidentes violentos en Sao Paulo, donde hubo choques entre los simpatizantes de la exmandataria y la Policía Militarizada. Como resultado fue dañado mobiliario urbano, varios escaparates y una patrulla policial.