Quienes se acerquen estos días por la madrileña Carrera de San Jerónimo tienen la oportunidad de entrar por la Puerta de los Leones, que sólo se utiliza en las sesiones solemnes. El recorrido comienza en el Vestíbulo principal o Vestíbulo de Isabel II, donde hay un ejemplar de la Constitución de 1812 elaborada por las Cortes de Cádiz conocida popularmente como ‘La Pepa’, y custodiada por la estatua en mármol de Carrara, obra de Josep Piquer i Duart, de la Reina Isabel II que inauguró, en 1850, el Palacio de las Cortes. A continuación, se accede al Salón de Conferencias, conocido como Salón de los Pasos Perdidos, donde hay una imponente bóveda con cuatro alegorías, obra de Vicente Camarón, y los medallones que representan a los políticos más relevantes del Siglo XIX. En el Escritorio del Reloj, el protagonista es un reloj astronómico construido por Alberto Billeter en 1857. De ahí se pasa al Escritorio de la Constitución, donde se custodia un ejemplar manuscrito de la Constitución de 1978 y que se conmemora cada 6 de diciembre.
A continuación llega la parada más esperada en las visitas guiadas: el Hemiciclo o Salón de Sesiones donde los ciudadanos tienen la oportunidad de sentarse en los escaños de los diputados y observar las pinturas, como el juramento de las Cortes de Cádiz, María de Molina presentando a su hijo ante las Cortes de Valladolid, las cariátides y efigies de los reyes católicos, la decoración de la bóveda, el lucernario de abanico, y todos los detalles de la sala en la que se reúne el Pleno de la Cámara. Subiendo por las escaleras del Palacio, se accede a la Sala Mariana Pineda donde cada martes se reúne la Junta de Portavoces, y ver el cuadro Mariana en Capilla, obra de Vera Calvo. El recorrido continúa por el edificio de ampliación de la Cámara con visita a varias salas. Es el final de un recorrido donde el arte y la historia se convierten en los auténticos protagonistas.