
El PNV exige a un «lento» Sánchez que «arranque de una vez» con las medidas
El presidente de la formación ha pedido al líder socialista precaución con los impuestos ante el riesgo de inestabilidad
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Del referéndum simulado a la “cocina” del Parlament; del desprecio a Santi Vila a la paciencia de Marchena; de la cárcel de Soto del Real al palco del Santiago Bernabéu y de una línea telefónica para ocho fiscales a otro Gobierno sin desarrollar la Administración de Justicia. La actualidad jurídico-política da para mucho estos días gracias al foco mediático permanente en el juicio del llamado “procés”.
Hace unas semanas pasó por mi timeline un tuit del portavoz del PNV Aitor Esteban. Esteban es parlamentario que goza de buena reputación por su oratoria fluida y seca, sin concesiones, ocasionalmente irónica y siempre con ese aire de industrial de provincias que viene a lo suyo; porque es mucho más fácil parecer una persona seria cuando nunca tienes que aparentar que hay en cuestión otra cosa que tu cuenta de resultados. Sería, para entendernos, un Jaume Canivell éuskaro si La escopeta nacional fuese un thriller o una peli de tribunales en lugar de una comedia; en este mundo al revés de los nacionalismos del siglo XXI en el que los soberanistas vascos ejercen de serios negociantes mientras parte de la burguesía catalana ha hecho de Waterloo su particular Palmar de Troya.
El preacuerdo será cometido a votación este lunes por ambas formaciones políticas a sus respectivos órganos soberano, el Comité Nacional socialista y la Asamblea Nacional jeltzale. Si el preacuerdo es ratificado, los nueve diputados socialistas en el Parlamento Vasco elegidos en las elecciones de septiembre votarán a favor de la candidatura de Iñigo Urkullu y, en el caso más que probable de que prospere la investidura de éste en segunda vuelta, se procederá a un gobierno de coalición. Algo que ya ocurrió en 1986 cuando el presidente José Antonio Ardanza fue elegido lehendakari con el apoyo del PSE tras un acuerdo de Gobierno en el que las consejerías se repartieron entre miembros de ambos partidos.
Este preacuerdo ha sido fruto de largas conversaciones entre representantes de las dos formaciones políticas tras las elecciones del 25 de septiembre en las que el PNV obtuvo cuatro escaños más que en los comicios anteriores pero sin lograr la necesaria mayoría absoluta para gobernar en solitario. «Espero que los partidos vascos podamos seguir dialogando con espíritu constructivo. Se abren semanas de diálogo político y acuerdos que doten de estabilidad y fortaleza al gobierno vasco», declaró Urkullo la misma noche electoral durante su comparecencia en la sede del PNV. El PSE sufrió sus peores resultados al quedar como cuarta fuerza política en el Parlamento de Vitoria con sólo nueve diputados.
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