Argentina

La mujer de un tripulante del ARA San Juan denuncia agresiones por decir que no hay supervivientes

La mujer de un tripulante del ARA San Juan denuncia agresiones por decir que no hay supervivientes

Itatí Leguizamón, mujer de uno de los 44 tripulantes del submarino argentino desaparecido en el océano Atlántico desde el 15 de noviembre, ha asegurado este lunes haber sido agredida por familiares de otros marineros después de que diera por hecho en televisión que los tripulantes del ARA San Juan “están muertos”. “Se sintieron ofendidos porque yo estoy afirmando que están muertos, algo que a ellos les siguen alimentando que no, que están bien y vivos”, ha expresado Itatí Leguizamón, esposa del radarista Germán Óscar Suárez, en declaraciones a la prensa en Mar del Plata, base del submarino y adonde debió llegar hace más de una semana.

Estalla la polémica en Argentina por el submarino

Estalla la polémica en Argentina por el submarino

La pérdida del submarino argentino ARA San Juan en el Atlántico con 44 tripulantes ha desatado polémicas por las responsabilidades, la ira de familiares y la búsqueda infructuosa, en un país cuya marina arrastra mala reputación por la represión en dictadura y la guerra de Malvinas. El caso tiene fuertes implicancias. El sociólogo Ricardo Rouvier ha dicho a AFP que “el hecho tiene un costado político, histórico y tecnológico”. “Se pone de manifiesto la responsabilidad militar en la última dictadura, la derrota en Malvinas y por otro lado la reacción civil-política que colocó a las fuerzas armadas en el lugar de la culpabilidad, en un segundo plano institucional y relegada presupuestariamente”, ha señalado.

Antonio Escohotado: “Soy, básicamente, un espectro”

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La entrevista tuvo lugar en casa de Escohotado, a las afueras de Madrid, y a la misma asistió Jesús Bengoechea, de La Galerna, y el que esto firma. La cosa es que Antonio andaba liado con el que será su próximo título, Los hitos del sentido, y, por cuestión de procedimiento y de tiempo, de falta de tiempo, nos citó a los dos en el mismo sitio, a la misma hora, sin importarle que cada uno llevara su propio cuestionario.

Federico Luppi: por qué amamos a éste (y otros) cabrones

Federico Luppi: por qué amamos a éste (y otros) cabrones

El viernes estaba en redacción y pensaba que la vida es una mierda: qué se puede esperar de un mundo en el que los sobres contra el resfriado saben a coca-cola (eso tan de capitalismo triste, de hedonismo amargo), joder que me estoy muriendo, cread medicinas que no parezcan cubatas, y qué frío, que diluvie ya o pase algo, y encima se muere Federico Luppi, qué tarde he nacido para tantas cosas que hubiese amado, como charlar con él en un bar de Madrid sobre que el futuro es un cachondeo, no más que una trampa del sistema para que agachemos la cabeza y nos convirtamos en esclavos.

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