Científicos advierten de que se van a producir nuevos colapsos en las corrientes atlánticas
El sistema de corrientes afecta los patrones de lluvias en zonas tropicales y subtropicales, como el Caribe y Sudamérica
El sistema de corrientes afecta los patrones de lluvias en zonas tropicales y subtropicales, como el Caribe y Sudamérica
Las ballenas boreales de Spitsbergen, que han demostrado tener dotes para el canto y la composición, habrían creado cerca de 200 canciones diferentes en tres años, según un estudio publicado este miércoles por la revista Biology Letters.
En el último mensaje, el «ARA San Juan» ha informado mediante una comunicación telefónica que había superado una avería en las baterías -debidamente reportada en la madrugada- a raíz de un cortocircuito por ingreso de agua por el snorkel.
Hemos explotado los océanos bajo todo tipo de pretexto: no solo alimenticios, sino también estéticos. Esta cultura se ha extendido a lo largo de los siglos y en lugares como la costa del Atlántico Norte se decía que había tantos peces que se podía cruzar el océano sobre sus espaldas. Así, solo en Reino Unido, por ejemplo, se capturaban 1,2 millones de toneladas de pescado en 1913. Necesariamente, este nivel ha tenido que descender. Ahora, en el mismo país, se capturan cerca de 0,4 millones de toneladas anuales.
«Esta es la primera vez que medimos una ola de 19 metros. Es un registro remarcable», ha declarado el secretario general adjunto de la OMM, Wenjian Zhang, según informa The Guardian. Según han dado a conocer los meteorólogos, la enorme ola se produjo como consecuencia de un «frente frío muy fuerte» que recorrió la superficie del mar con vientos de hasta 43.8 nudos (50.4 mph). Clasificada como «la ola de mayor altura medida por una boya» por el Comité de Evaluación de Extremos Climatológicos de la Comisión de Climatología de la OMM, la ola aplastó el récord anterior de 18 metros medido en diciembre de 2007 en el Atlántico Norte. Las boyas automatizadas son herramientas vitales para los oceanógrafos ya que son una valiosa fuente de datos sobre las corrientes marinas, las temperaturas y las olas, sin las que no hubiera sido posible llegar a medir este nuevo récord. «Necesitamos registros oceanográficos de alta calidad para que nos ayuden a una mejor comprensión de las interacciones meteorológicas y oceánicas (…) A pesar de los enormes avances en la tecnología de satélites, las observaciones sostenidas y los registros de datos de boyas y buques amarrados siguen desempeñando un papel importante a este respecto», asegura Zhang.
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