Es curioso que en los lugares más recónditos del tercer mundo, allí donde no hay electricidad ni agua corriente, entre construcciones cochambrosas aparezca deslumbrante la omnipresente Coca-Cola.
Gracias a las lágrimas de esta mujer ustedes y yo podemos entrar en una tienda y comprar una camiseta a 5,95 euros. Una ganga, así que nos llevamos dos. Camisetas a 5,95, camisas a 16,95 y trajes de chaqueta a 49,95.
La pena de muerte jamás puede ser una opción justa en una sociedad civilizada. Incluso las personas halladas culpables de las más horrendas atrocidades contra la Humanidad conservan su condición de seres humanos…
Mira en el cuello de tu camiseta: ahí está el problema