La suficiencia de la ignorancia
Todos somos pobres en sabiduría —leemos para ampliar nuestro desconocimiento—, pero antes se intentaban disimular los andrajos y hoy se exhiben en la pasarela pública con giro de modelo
Todos somos pobres en sabiduría —leemos para ampliar nuestro desconocimiento—, pero antes se intentaban disimular los andrajos y hoy se exhiben en la pasarela pública con giro de modelo
«No hemos conseguido hacer de la vida virtual una existencia más alentadora que la real. También hay curvas, odiadores, lemas huecos, descontroladas olas virales y poca sesoprevalencia»
«Se pueden tener amigos y no querer verlos, como decía Charles Lamb, que es una forma infalible de conservar la amistad»
«Sobre los cónyuges a veces no gravan los años, sino los metros, y conviene alejarse para acercarse»
«El insulto es la coartada del político para no hablar de política
«Este leer para reconocerse en lo leído es un tipo de onanismo. Habría que relacionarse, desflorarse con otras perspectivas»
«La felicidad es eso que pasa mientras crees que no eres feliz».
«Se habla mucho del miedo a la hoja en blanco, pero lo temible es la página escrita»
«Los premios, escribió Thomas Bernhard, son el modo de hacer inofensivo al artista, contentándolo. La subvención es otra manera»
«Al admirador hay que cuidarlo para que no muera, pero al hater no hay manera de matarlo, lo cual granjea cierta relajación moral»
«La indignación ha pasado de derecho individual a obligación colectiva en una sociedad a caballo entre los minutos de fama de Warhol y los minutos de odio orwellianos»
Para no defraudar a las voluptuosas vírgenes del paraíso, algunos adinerados musulmanes buscan antes perfeccionar sus artes amatorias con las huríes del edén marbellí de Olivia Valere, que es una suerte de cielo hialurónico. Allí esperan ellos, sentados como raperos, mientras las chicas dan su “putivuelta”, como dicen en “Élite”, minivestidas para la ocasión. La noche funciona como un casting de Gran Hermano: se compite por encerrarse en una casa y practicar edredoning, pero, en vez de maletín, se llevan tres mil euros y un iPhone. Hay que ver cómo se han devaluado las proposiciones indecentes.
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