Patrik Svensson descifra los misterios del mar
El periodista sueco publica ‘Un inmenso azul’, una sorprendente colección de historias sobre los secretos de los océanos
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El libro ‘Cómo hablar balleno’, de Tom Mustill, publicado por Taurus, descubre la vida secreta de los grandes cetáceos
Japón ha decidido abandonar la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para poder volver a cazar ballenas con fines comerciales. Los balleneros japoneses reanudarán sus actividades a partir del próximo julio en sus aguas territoriales y su zona económica exclusiva. La CBI, fundada hace más de 70 años, nació con el objetivo de preservar a estos cetáceos evitando su caza indiscriminada y está integrada por 89 países.
Una ballena que fue hallada muerta el lunes en las costas del este de Indonesia tenía más de 1.000 objetos de plástico en el estómago, que incluían dos pares de chancletas, 115 copas para beber, 25 bolsas, así como un saco de nylon, ha dicho un funcionario del parque nacional de Wakatobi.
Japón capturó 177 ballenas durante su temporada estival de pesca de cetáceos con fines científicos en el Pacífico Norte, en la costa septentrional del archipiélago, tal y como ha informado la Agencia de Pesca nacional. De los cetáceos pescados esta temporada, que comenzó el 17 de mayo, 43 fueron ejemplares de ballena minke y rorcual aliblanco y 134 de rorcual sei, también llamado rorcual de Rudolphi o norteño.
La organización ecologista Sea Shepherd ha decidido renunciar a su campaña anual de acoso a los balleneros japoneses por su impotencia frente a la indiferencia de las autoridades, tal y como ha comunicado este martes. Desde hace doce años, la ONG lleva a cabo espectaculares operaciones en alta mar para impedir la caza de ballenas, campañas que dieron a conocer las actividades ilegales de los balleneros en todo el mundo.
Una flota ballenera japonesa ha regresado a puerto este viernes después de cazar a más de 300 de esos mamíferos en una caza anual antártica. Mientras tanto, Tokio desafía a las críticas globales continuando el programa de su caza de ballenas. Según la Agencia de Pesca del país nipón, la flota, que constaba de cinco barcos, zarpó en noviembre hacia el Océano Austral, con el plan de cazar a 333 ballenas minke violando la moratoria mundial y la oposición que encabeza Australia y Nueva Zelanda. Tres de esos barcos han llegado al puerto de Shimonoseki el viernes por la mañana.
Por su parte, las naves tiene la palabra «investigación» escrita en ellas, de acuerdo con la afirmación del país de que la caza es por razones científicas. Sin embargo, en 2014, la Corte Internacional de Justicia aseguró que su captura no es científica y debe cesar. Japón insiste en que la población de ballenas es lo suficientemente grande como para justificar su retorno a la caza y asegura que no tienen que matar a los mamíferos para llevar a cabo su investigación.
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