Una de mis tareas como académico y periodista es seguir y en no pocas ocasiones escuchar lo que dice Nicolás Maduro en sus cadenas de radio y televisión. Recientemente dijo una frase con la que coincidí en su totalidad: en estos días el país se juega su definición para el resto del siglo XXI. Y es verdad. Venezuela está en una verdadera encrucijada histórica.
Un país sumido en una severa crisis económica, el presidente está en el sótano de popularidad, una política social que dejó de tener éxito, una dirigencia política de oposición que recobró la iniciativa, una legión de jóvenes que con fuerza salen nuevamente a las calles a protestar pese a la dura represión. Si se suman todos estos elementos podría pensarse que el cambio de régimen está cerca en Venezuela. Sin embargo, no son todos los elementos que están en juego.
Cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1999, se propuso sustituir lo que quedaba de capitalismo en el país por el socialismo de siempre, aunque por darle algo de lustre se dijo que sería el del siglo XXI. Su éxito se ha retrasado, pero ha sido completo. Como un personaje de una tragedia griega, Chavez no ha podido ver su obra completa, privilegio que le ha correspondido a su sucesor Nicolás Maduro.
Explicar lo que pasa Venezuela a alguien que no ha tenido la vivencia de estos 15 años resulta complejo, porque como dice el dicho: Dios está en los detalles. Formalmente es vista por el mundo como una nación con un sólido sistema democrático,
Mientras leía unas declaraciones de Lula hablando bien del opositor venezolano Henrique Capriles y sugiriendo a Maduro la creación de un gobierno de coalición, noté como mi vello se erizaba.
Uno de los delirios de Hugo Chávez en el proceso de instaurar la revolución bolivariana del siglo XXI (en minúsculas con deliberada intención) fue cambiar el huso horario de Venezuela y los nombres de instituciones.
Amnistía Internacional publicó un informe sobre las manifestaciones que se iniciaron en Venezuela desde el pasado mes de febrero y que han dejado un saldo de más de 30 fallecidos.
En Venezuela la protesta de la sociedad civil, liderada por valientes estudiantes ha desbordado los partidos políticos, pero no hay duda en que dos líderes opositores lograron que la calle despertará: Leopoldo López y María Corina Machado.
Van 36 días de protestas, unas 32 personas asesinadas y 1617 detenciones. Llevo días siguiendo los acontecimientos de Venezuela. Hablemos claro. Estamos ante una dictadura de izquierda, ¿acaso esas elecciones fueron normales y limpias?