Sobre el tipo de represalias que adoptará Estados Unidos, el presidente Obama se limitó a contestar que «algunas acciones podrán ser explícitas y anunciadas; otras puede que no», al tiempo que reiteró que habrá que esperar a las conclusiones finales de la investigación para actuar. Antes que Obama, su principal consejero, Ben Rhodes, había expresado la opinión de la Casa Blanca sobre la participación del presidente Putin en el asunto, indicando que «todo lo que sabemos sobre cómo funciona Rusia y hasta qué punto Putin controla el gobierno sugiere que, cuando hablamos de un ciberataque de estas características, estamos hablando de las esferas más altas del gobierno». «En última instancia, Vladimir Putin es responsable de las acciones del gobierno ruso», dijo Rhodes.
Las declaraciones de la Casa Blanca acusando a Rusia de haber perturbado las elecciones presidenciales de Estados Unidos mediante el pirateo de cuentas de correo electrónico son «indecentes», consideró el viernes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. Para Moscú, «o bien hay que dejar de hablar o bien hay que aportar pruebas. Si no, todo esto es más que indecente», añadió este viernes el portavoz a los periodistas durante una visita del presidente Vladimir Putin a Tokio.