Los consumidores piden que se actúe ante la negativa de las aerolíneas a recibir quejas
CECU se dirigió ya a la directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) para alertarle de esta práctica
CECU se dirigió ya a la directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) para alertarle de esta práctica
«En 2023, casi 40.000 personas reclamaron a 184 compañías aéreas, sobre todo por cancelaciones. Vueling acaparó un cuarto de las reclamaciones»
Luis Gallego vaticinó que en un futuro a medio plazo volar va a ser más caro debido a las medidas de descarbonización
El sindicato convocante cifra en 92 los enlaces con base en Madrid-Barajas que se suspenderán en los 10 días de parones
El sindicato USO reivindica una revisión salarial anual según el IPC para adecuar los sueldos al incremento de los precios
El billete incluye maletas de hasta diez kilos, tal y como dicta la sentencia del juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid
Joon, la nueva línea aérea de AirFrance, no es una low-cost. Y no lo pretende. Su intención es ofrecer productos y servicios originales respondiendo a estándares de calidad fieles a los de Air France. Es una marca de lifestyle, un cambio de mentalidad en el mundo de las aerolíneas. Su target es el público millennial, que no busca de por sí viajar muy barato, pero sí hacerlo bajo las condiciones idóneas de conectividad y comodidad.
En el centro de las debilidades de este sistema, conocido como Sistema de Distribución Global y creado en los años 60, está la identificación de las reservas a través de solo dos informaciones: un código de seis dígitos y el apellido del usuario. Este código de identificación (PNR) no es lo suficientemente seguro, según explican Karsten Nohl y Nemanja Nikodijevic, los investigadores que han revelado estas deficiencias en el Chaos Communication Congress de Hamburgo. “Si el PNR debe ser una contraseña segura, debería ser tratada como tal”, explica Nohl. “Pero no la mantienen en secreto: aparece impresa en cada maleta. Solía aparecer en las tarjetas de embarque, hasta que desapareció y lo cambiaron por un código de barras”, añade.
El código de barras tampoco es seguro, pues es fácil de leer a través de varias aplicaciones. Además, señalan que hasta 80.000 viajeros publicaron en redes sociales como Instagram fotografías de sus tarjetas de embarque, por lo que se encuentran en riesgo de robo.
Así como lo hizo Air Canada y Alitalia, que han suspendido la venta de billetes desde y hacia Venezuela, Latam también ha anunciado la cancelación de todos sus vuelos desde Santiago, Sao Paulo y Lima hacia Venezuela «motivado al complejo escenario macroeconómico actual que atraviesa la región». Una crisis económica afectada por la caída de los precios del petróleo. Por su parte, Lufthansa se sumará al grupo el próximo 18 de junio. «Nuestra compañía aérea es actualmente incapaz de cambiar sus ganancias en moneda local a dólares estadounidenses para transferirlas fuera del país», ha reseñado la empresa en un comunicado. Además indica que «la demanda de viajes internacionales a Caracas registró un nuevo descenso anual en 2015 y en el primer trimestre de 2016». Sin embargo, algunas aerolíneas como Tap Portugal aún venden billetes, aunque «solo por medio de la oficina de Caracas debido a la situación política local».
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