Seamos serios, que el asunto es serio
Mucha frivolidad se advierte estos días en los que nos jugamos algo tan serio como el futuro de nuestro país. Se advierte, en ciertos personajes de incomprensible relieve, absoluto esconocimiento de cómo funcionan las instituciones, cuales son las competencias de un gobierno o un parlamento autonómico, qué recoge la Constitución y cuáles son las atribuciones del Tribunal Constitucional, el Supremo, la Fiscalía General del Estado o la Abogacía General del Estado