Mr. Bennet dio con una verdad universal: “¿Para qué vivimos sino para dar de qué hablar a nuestros vecinos, y poder reírnos de ellos a su vez?” Con los políticos no tenemos tanta suerte: nos ignoran mientras nos hablan sin solución de continuidad para pedirnos el voto o para convencernos de lo buenos que son, encima. Por compensar, podemos hablar de ellos hasta hartarnos e incluso reírnos más de una vez.
Aquí el arte no es arte. Y el cine no es cine ni es cultura. Aquí lo que importa es no hacer ruido, no pensar, no crear y sobre todo sobre todo no mojarse